¿Dónde
queda el fascismo?
Un hacendado
apoyado por el gobierno y la guerrilla de las FARC en Venezuela, incendia a
Kasuusain, símbolo de la lucha contra la minería en la Guajira venezolana.
Tal
como lo habíamos denunciado, la comunidad Kasuusain en la región del río Socuy
está siendo devastada por un incendio que, hasta hace un par de días, no había
sido sofocado ni se percibía ningún interés en hacerlo por parte de los
organismos del Estado-gobierno (Gobernación, Municipalidad de Mara, o Gobierno
Nacional).
El
incendio, de acuerdo a lo expresado por los compañeros, fue iniciado por un
hacendado de la zona, quien, a su vez, acusa a un su peón que según él, está
loco y por eso se puso a quemar basura, que se propagó quemando todo a su paso,
siembras, pastos, casas, enseres, y el incendio sigue. Nadie intenta detenerlo
porque todos están ocupados en detener o matar a los “fascistas” que suenan
cacerolas, o tumban árboles para sus guarimbas en las ciudades. Ha habido,
incluso, personalidades y ONGUES que han salido a protestar y hasta solicitar
demandas contra los “fascistas guarimberos” que tumban árboles para cerrar
calles, pero callan ante este incendio provocado que está acabando con buena
parte de la Sierra, y, sobre todo, acabó de manera definitiva (por ahora), con
la comunidad emblema de la lucha anti-minera en esa región de la Sierra de
Perijá.
El
hecho es que el incendio fue provocado, que el mismo lo provocó una hacienda
que, sospechosamente vacuna a todos los Consejos Comunales Wayuu de esa región
que están directamente vinculados al Gobierno, pero, además, se trata de un
protegido de las FARC, a tal punto que, cuando los palabreros de las familias
afectadas fueron a entablar negociación en función de la indemnización, el
hacendado (acompañado de su esposa) les espetó: “No voy a reconocer nada. Si
quieren me matan a mí y a mi esposa ahora mismo, pero nadie contará la
historia”. De última cuenta les ofreció una ayuda a los que se decidan a
recomenzar. Bien seguro está de su poder, es decir, del poder que le ampara.
Kasuusain
ha sido quemada adrede (acción fascista) por un hacendado protegido por el
Estado-gobierno y por la guerrilla de las FARC, pues, se trata del encargado de
las vacunas que estos ex-revolucionarios cobran a las empresas mineras para
permitir sus operaciones en Colombia (El Cerrejón) y ahora en Venezuela, a los
concesionarios de los proyectos carboníferos Casa Blanca y Mina Socuy.
Con
tristeza anunciamos que el desplazamiento de muchos compañeros es casi seguro,
otros están tratando de resistir y es con ellos que estamos tratando de
organizar la solidaridad para la resistencia. Sin embargo, hemos dejado en
claro que tan culpable es el hacendado que se prestó para la acción
verdaderamente fascista de provocar el incendio, como los que callan su acción
criminal por tener como prioridad la defensa del estado-gobierno que los mandó
a quemar. Si no comprendemos esto, jamás entenderemos dónde queda el fascismo
propiamente.
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