sábado, 8 de marzo de 2014

¿Dónde queda el fascismo?

¿Dónde queda el fascismo?
Un hacendado apoyado por el gobierno y la guerrilla de las FARC en Venezuela, incendia a Kasuusain, símbolo de la lucha contra la minería en la Guajira venezolana.

Tal como lo habíamos denunciado, la comunidad Kasuusain en la región del río Socuy está siendo devastada por un incendio que, hasta hace un par de días, no había sido sofocado ni se percibía ningún interés en hacerlo por parte de los organismos del Estado-gobierno (Gobernación, Municipalidad de Mara, o Gobierno Nacional).
El incendio, de acuerdo a lo expresado por los compañeros, fue iniciado por un hacendado de la zona, quien, a su vez, acusa a un su peón que según él, está loco y por eso se puso a quemar basura, que se propagó quemando todo a su paso, siembras, pastos, casas, enseres, y el incendio sigue. Nadie intenta detenerlo porque todos están ocupados en detener o matar a los “fascistas” que suenan cacerolas, o tumban árboles para sus guarimbas en las ciudades. Ha habido, incluso, personalidades y ONGUES que han salido a protestar y hasta solicitar demandas contra los “fascistas guarimberos” que tumban árboles para cerrar calles, pero callan ante este incendio provocado que está acabando con buena parte de la Sierra, y, sobre todo, acabó de manera definitiva (por ahora), con la comunidad emblema de la lucha anti-minera en esa región de la Sierra de Perijá.
El hecho es que el incendio fue provocado, que el mismo lo provocó una hacienda que, sospechosamente vacuna a todos los Consejos Comunales Wayuu de esa región que están directamente vinculados al Gobierno, pero, además, se trata de un protegido de las FARC, a tal punto que, cuando los palabreros de las familias afectadas fueron a entablar negociación en función de la indemnización, el hacendado (acompañado de su esposa) les espetó: “No voy a reconocer nada. Si quieren me matan a mí y a mi esposa ahora mismo, pero nadie contará la historia”. De última cuenta les ofreció una ayuda a los que se decidan a recomenzar. Bien seguro está de su poder, es decir, del poder que le ampara.
Kasuusain ha sido quemada adrede (acción fascista) por un hacendado protegido por el Estado-gobierno y por la guerrilla de las FARC, pues, se trata del encargado de las vacunas que estos ex-revolucionarios cobran a las empresas mineras para permitir sus operaciones en Colombia (El Cerrejón) y ahora en Venezuela, a los concesionarios de los proyectos carboníferos Casa Blanca y Mina Socuy.
Con tristeza anunciamos que el desplazamiento de muchos compañeros es casi seguro, otros están tratando de resistir y es con ellos que estamos tratando de organizar la solidaridad para la resistencia. Sin embargo, hemos dejado en claro que tan culpable es el hacendado que se prestó para la acción verdaderamente fascista de provocar el incendio, como los que callan su acción criminal por tener como prioridad la defensa del estado-gobierno que los mandó a quemar. Si no comprendemos esto, jamás entenderemos dónde queda el fascismo propiamente.


miércoles, 5 de marzo de 2014

Urgente: Se incendia la comunidad wayuu Kasuusain

Les informo que la noche de ayer 4 de marzo, recibimos el mensaje del Compañero Jorge Montiel de la comunidad de Kasuusain del Río Socuy, que la sede de esa comunidad y todos sus alrededores fue desbastada por un incendio, perdiéndose todo. No tenemos información exacta de las condiciones en que se produjo tal incendio. 
Por ello, estamos convocando a todos los miembros de Wainjirawa para una reunión urgente este viernes, en lugar y hora que estableceremos en su momento para acometer la solidaridad solicitada por los hermanos wayuu de Kasuusain. Pero también, para tener información exacta de las causas de lo sucedido, especialmente, porque sabemos que Kasuusain es la comunidad de entrada a los proyectos mineros Casa-Blanca y Proyecto Cachirí-Maché que los extractivistas del Estado-gobierno han venido tratando de imponer y ha sido precisamente esta comunidad la que con su disposición a defender sus territorios les ha detenido más de una vez. 
Estemos alertas. 
Solidaridad y lucha desde abajo con los hermanos wayuu del río Socuy.
Wainjirawa.

A propósito de la muerte del dirigente indígena Yukpa Sabino Romero y otras cosas, desde las Montañas de Guerrero.



Huberth Malina
De la Comunidad Me’phaa de Santa Cruz del Rincón, Guerrero. México.


Ángel Carlos Sánchez poeta de descendencia Me´phaa, hermano de la palabra que camina, escribe el poema “lluvia” que originalmente se iba a titular “ru´wa”, poema dedicado a la resistencia de los pueblos Me´phaa, no de un año, no de 18 años, no de 500 años, como nos han querido contar, si no más allá, como decimos nosotros - son los tiempos de la carne que cubre nuestro hueso, un poema que trastoca los tiempos el antes y ahora, en el cual habita la esperanza de nuestra lucha y nuestra muerte, por un tiempo que para nosotros es un día con sus ojos y brazos y que somos nosotros, como dice Ángel Carlos, “Ya sabes, si somos derrotados, tomaremos a los niños para llevarlos a otro día. y cantaremos como lluvia nuestra historia para que no se olviden de los nombres, de los nuestros y los suyos, que aunque sigan siendo los mismos serán nuevos.” Por los que fueron, los que son, los que vendrán, es que ahora estamos, el camino es largo como nuestra propia palabra, pues […]“alguien debe hablar por siempre nuestra lengua de sollozos. Aunque voy hacia otras tierras, Hermanos, primos, tíos de mi nombre y de mi carne, mi corazón va con ustedes como un pájaro apedreado que no sabe cómo rescatarlos de este día” el poema del hermano Ángel Carlos me recuerda las palabras del hermano Añú José Ángel Quintero Weir; quien escribe a propósito de la situación de los hermanos indígenas en Venezuela, quienes se les ha despojado de sus tierras y han sido perseguidos y asesinados, por defender lo que les pertenece, sus tierras, sus lagos, lo suyo, en donde vive su memoria. 
Esto a propósito de que hoy 3 de marzo se cumple un año de la muerte del dirigente indígena Yukpa Sabino Romeo, la muerte de su padre, la persecución de su esposa e hijos y otros hermanos de aquella tierras, que con dignidad han resistido y lo seguirán haciendo, pues hay algo como aquello que se llama esperanza y nosotros los pueblos llamamos resistencia, y que van de la mano como dos hermanos. En una carta dirigida a Pablo González Casanova, José Quintero escribe; “Los pueblos y comunidades sabemos que, o resistimos o morimos […] “siempre nos aplican, sin juicio, sin tribunal, sin derecho a la defensa, pues, ¿a quién le importan unos indios que desaparecen si lo que se pretende aparezca es, nada menos que la “revolución”? […] los colonialistas no se habían ido y que se habían multiplicado luego de la independencia […] pero no podemos dejar de ser, por lo menos, sarcásticos, con quienes todos los días nos matan y, al mismo tiempo, hacen actos televisados en nuestro honor; ponen a algunos de nosotros a disfrazarse como “indios” y nos muestran como vitrinas para que todos se sientan felices. Eso, en verdad, nos molesta y nos inquieta que un taata araura como usted (el más sabio por su edad), no pueda vernos, no pueda escucharnos, ni siquiera sentirnos en nuestra muerte, sólo porque otros hablan por nosotros.
Y si en éste camino nosotros encontramos que nuestro camino es otro? y si no queremos ser ni de la izquierda ni de la derecha? y si estamos hartos de esta estructura política, partidos, elecciones, “democracia” ? y si nuestro camino va por la otra loma? es un delito seguir los pasos de los nuestros, de los que nos dejaron su lengua y fueron antes que nosotros ? Nos juzgaran, nos desaparecerán, nos mataran como siempre han hecho? Ángel Carlos escribe; “Pero sólo quien vio la guerra en tierra propia puede saber el peso exacto de las manos. ¿De qué manera puedo hacerte comprender que yo también quedé entre los cadáveres y que ahora estoy como si fuera sólo mi corteza? Allá, en la arruinada Tlapa, quedaron nuestros ojos, […] y la luz se ha vuelto más oscura que la noche. ¡qué lluvia ha de borrar el eco de las voces? ¿Dónde podré esconderme del silencio, dónde hallaré mi sombra para que el alma no se seque? La situación en México no cambia mucho, basta con mirar la situación de la CRAC-CP en Guerrero, Cherán en Michoacán, Chiapas, etc.; compañeros presos, perseguidos, desaparecidos. El antes y ahora se trastocan y no ha cambiado mucho la situación de los Me´phaa de la Montaña de Guerreo, pues ahora los “otros”, los hombres que vienen de la cortina de lluvia, son; corporaciones, mega proyectos mineros, con nombre y apellido ; “Corazón de Tinieblas (perteneciente a la inglesa Holdschild Mining), La Diana y San Javier (perteneciente a la canadiense CamSim) y La Faraona Goliat (subdivida en lotes perteneciente a la mexicana Grupo Goliat), proyectos con miras a explotar oro, plata y cobre principalmente” sin embargo como escribe Ángel Carlos en su poema ; “algunos, señora de mis manos, han de tener valor para romper la oscuridad como un espejo de obsidiana y harán flechas para agujerear cualquier prisión. Algunos también sabrán juntar las gentes para que se vayan de una vez por toda a mandar a la injusticia a la chingada”. Así como el más viejo de los Me´phaa, el señor sagrado de la lluvia; akuniya quien camino altas montañas para encontrar a su yerno Akun´mbatsu para que vuelva a la casa, pues todos somos en nuestro “hacer” y el trabajo de todos debe ser valorado y respetado , así sigue nuestra palabra Me´phaa aquí en la montaña hermanos y hermanas, “EL RESPETO A NUESTROS DERECHOS SERÁ JUSTICIA PARA NUESTROS PUEBLOS” 



Aquí dejo parte del Poema de Ángel Carlos Sánchez. 

Lluvia 
Niña de noche y agua, estrella sola,
voy con todos los hombres a la guerra;
¿ recordarás mi nombre
Si un águila me lleva o si me ahogo?
Si el señor Akuniya está conmigo,
¿ qué podemos temer? 
Voy a medirme el hueso para que no estés triste:
verás que nuestra patria es fuerte.
¿ Soy llanto por defender mi tierra?
Mariposa tornasol, si muero algo florece.
Es diestro el enemigo, pero yo también soy sangre, 
Soy un cauce de fuego, soy un río de espinas.
Cuando vuelva traeré una piel de tigre; pero si o si me llevan cautivo al sacrificio, 
¿recordarás mi nombre en la tormenta, 
o cuando en la montaña cruja el filo de la tarde? 

III
Vi caer, atravesados por un rayo de frialdad,
a los hijos de estas tierras,
vi morir a mis amigos
como si el día se derrumbara hasta aplastarlos.
No he de negar que son valientes los aztecas
(son diestros manejando sus macanas,
Sus dardos son filosos como el miedo),
Pero sólo quien vio la guerra en tierra propia
puede saber el peso exacto de las manos.
¿ De qué manera puedo hacerte comprender
que yo también quedé entre los cadáveres
y que ahora estoy como si fuera sólo mi corteza?
Allá, en la arruinada Tlapa, quedaron nuestros ojos,
nuestra sangre lleno de moscas las calzadas,
y la luz se ha vuelto más oscura que la noche.
¡qué lluvia ha de borrar
el eco de las voces? 
¿Dónde podré esconderme del silencio,
Dónde hallaré mi sombra
Para que el alma no se seque?
IV
[…]
me dice que le ayude,
que importa más salvar los niños y llevarlos al futuro.
Asegura que alguien debe hablar por siempre
nuestra lengua de sollozos.
Aunque voy hacia otras tierras,
Hermanos, primos, tíos de mi nombre y de mi carne,
mi corazón va con ustedes
como un pájaro apedreado
que no sabe cómo rescatarlos de este día,
y sólo pía y llora y vuela
hasta que las plumas comienzan a caérsele.
VII
Cuando vengan estaremos preparados
para darles batalla;
en el monte, en la cañada, en los sueños
estaremos armados de paciencia,
nuestro atabal de guerra sonará
hasta que se vallan o nos maten.
Ya sabes, si somos derrotados,
tomaremos a los niños para llevarlos a otro día.
y cantaremos como lluvia nuestra historia
para que no se olviden de los nombres, 
de los nuestros y los suyos,
que aunque sigan siendo los mismos serán nuevos.
Y si los esclavizan,
tampoco temas, ya sabemos que todo es pasajero;
algunos, señora de mis manos,
han de tener valor para romper la oscuridad
como un espejo de obsidiana
y harán flechas para agujerear cualquier prisión.
Algunos también sabrán juntar las gentes
para que se vayan de una vez por todas
a mandar a la injusticia a la chingada. 

[en el libro; “caminar el miedo”]

martes, 4 de marzo de 2014

Queremos ser libres. Vamos a ser libres

1.- Lo que sucede en Venezuela es el quiebre o ruptura del globo de ficticia abundancia basado en la profundización de la economía extractivista que Chavez asumió porque, por más de 10 años le permitió ingresos fiscales con los que pudo "jugar a la libertad" sin piso y sin camino, es decir, el camino, de antemano, estaba bloqueado por: a) La geopolítica de los otros, esto es, los intereses de Brasil, Argentina, Cuba, Chile, Colombia, el Caricom, etc; por un lado, y, por el otro, el interés de permanecer en el poder, porque, suponía Chávez y, hoy sus herederos, solo debían permanecer en el poder para siempre para que la sociedad cambiara, esto es, no se trataba de un cambio realizado con la sociedad sino de sostener el poder para someter a la sociedad.
2.- El asunto es que ningún país, por muchos recursos mineros que tenga, puede sobrevivir sin producir un grano de maíz. Es decir, lo que hoy se vive en Venezuela no lo ha inventado CNN (aunque no nos guste que sean ellos los escuchados y no nosotros), pero el hecho es que, el desabastecimiento de: harina de maíz, arroz, café, azúcar, harina de trigo (y por supuesto, el pan), leche en polvo o pasteurizada, mantequilla, margarina, aceite comestible de cualquier tipo, pollo, papel sanitario, toallas sanitarias, etc., etc. Son distribuidos de manera gradual y en base a un régimen estricto por el Estado-gobierno, pues, dependemos que las remesas de pollo lleguen del brasil, las remesas de frijol y maíz, lleguen de Nicaragua o cualquier país centroamericano, que las remesas de papel sanitario y toallas sanirtarias lleguen de los EEUU, y todo lo demás venga de China, porque perdimos la capacidad de producir una gota de nada, somos absolutamente dependientes de los cambios de petróleo por sardinas.
3.- De tal manera que eso de la guerra económica no es más que discurso. Durante casi 15 años este gobierno ha manejado todos los recursos económicos que toda centroamerica y parte de américa del sur nunca en su vida ha manejado. Pero además, contaba con todas las estructuras políticas e institucionales a su fafvor. Aqui ningun miembro del gobierno va preso (ni siquiera es señalado) por denuncias graves de corrupción. Por solo mencionar un ejemplo. El responsable de la importación de alimentos dejó perder millones de toneladas de alimentos y medicamentos y fue promovido a embajador.
4.- Para justificar este desastre, especialmente en los estados fronterizos como el mío (Zulia) lo más directo fue culpar a los indígenas wayuu que, durante toda la vida han transportado alimentos y cualquier cosa desde Venezuela hacia sus familias en Colombia, pues, el territorio wayuu ocupa espacios geográficos a ambos lados fronterizos entre los dos Estados nacionales (Venezuela-Colombia). 
A partir de ese momento todo wayuu, y también añuu, es sospechoso de "apátrida", de "contrabandista", de "bachaquero" (despectivo despreciativo de contrabandista).
5.- La guerra que el Estado-gobierno venezolano heredero de Chávez está librando contra nuestro pueblo añuu-wayuu, desaparece de los encabezados televisivos por las protestas estudiantiles que ya dejaron de serlo y comienzan a convertirse en el umbral de la salida de un gobierno al que ya nadie puede obedecer: nosotros no lo hacemos por razones distintas a los estudiantes pero no podemos obedecer a los hipócritas que nos matan en el momento de abrazarnos.
6.- Mi palabra difiere enormemente de los lideres de la oposición en mi región, aún de los líderes indígenas afectos al gobierno o a la oposición. Por eso, soy una especie de piedra que provoca dentera a todos.
7.- La carta dirigida al Maestro Pablo González Casanova fue porque tampoco estamos dispuestos a seguir el juego de los llamados "intelectuales de izquierda", pues, lo que está en juego es nuestra vida como pueblos indios que nada tenemos que ver con los criterios de la colonialidad europea sujeta a categorías como "·izquierda" o "derecha". 
Queremos ser libres. Vamos a ser libres. 

Comenzaremos a construir nuestra autonomía por encima de la fabricada polarización

A pesar de la encarnizada lucha entre los dos supuestos polos en pugna por el poder político en Venezuela. Nosotros, los miembros de Wainjirawa, ACEINLUZ y todos los estudiantes indígenas de Venezuela, estamos decidido a conjstruir nuestra autonomía. Ellos están dispuestos a destruir, o entregarlo a gringos, chinos, rusos, cubanos o a cualquier poder para mantenerse o reconquistar el poder. Nosotros, defenderemos los territorios que siempre han sido nuestros. No aceptaremos más intromisión, mas colonialismo.
En función de ello, estamos convocando a un Encuentro Cultural y deportivo de pueblos indígenas para los días 23 y 24 de mayo en las comunidades wayuu de Las Peonías como parte de las acciones educativas, culturales y deportivas de nuestro Proyecto de Universidad Autónoma Indígena (UAIN); posteriormente, tendrá lugar el Encuentro de Educadores Indígenas por la Educación Autónoma, el cual tendrá lugar en nuestra sede de la UAIN los días 30 de marzo y 1 de mayo, y, finalmente, el X Congreso de Estudiantes Indígenas de ACEINLUZ en las instalaciones de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad del Zulia.
Son estas nuestras acciones en función de nuestra resistencia a la lucha por el poder de los fascistas del gobierno y de la oposición, pues, WAYUU WAYA CHEKÜSÜ WERAJIRAI WAKUAIPA. 

Carta al Maestro Pablo González Casanova: Los pueblos y comunidades sabemos que, o resistimos o morimos.

José Ángel Quintero Weir

“Ya no se quiere ocultar que la llamada izquierda institucional no es de izquierda, ahora se presenta como una virtud, de la misma forma que se anuncia un café descafeinado con la virtud de que no desvela y no sabe a café”.
Sub-Comandante Insurgente Marcos. 
Ni el centro ni la periferia”. Ponencia presentada en el Primer Coloquio Internacional “In Memoriam Andrés Aubry”. 13 al 17 de diciembre de 2007. Universidad de la Tierra. Chiapas. México.


Taata Arauraa-Watiyerari:
(Nuestro viejo padre-maestro)

Maestro, con todo el respeto, me dirijo ante usted precisamente, por el piso que sólo con su hacer usted ha levantado para que su palabra resulte erguida ante todos nosotros. Pero como sé que usted, para nada sabe quién es este impertinente que soy yo, que se atreve a erguir su palabra ante usted; debo decirle que: tanülia Juseechon Chinoquinterokai, taata te; aka, tapini Jose Angel nüchon Julia Weir. Soy José el hijo del “Chino”* Quintero, mi padre; pero también soy José Ángel, el su hijo de Julia Weir. Le escribo desde la región de Suliaakarü, woummain, wo’ulee añunmmokar tü karoorakar keetü ayouna Marakaayayu japini Lago de Maracaibo, outamusía tümmain wayuukana; esto es, le hablo desde la región del Zulia, nuestro territorio, donde emergimos los añuu en el gran lago de los espejos que los criollos de Maracaibo nombran Lago de Maracaibo, pero también es tierra de los wayuu. Nnawa wenesolaran. Nojotsü alijunakan. Añuun we, wayuu waya, wayuukana, añun wekan. No somos venezolanos, somos añuu, somos wayuu. Pero ningún criollo, así sea Presidente de la República, es más venezolano que nosotros. Sin embargo, no lo somos, y, por eso, hoy, igualito que en tiempos que a nuestro territorio llegaron los alemanes, porque (esto lo aprendimos o descubrimos, precisamente, estando en México, nuestro territorio (Suliaakarü), fue entregado como si de ellos fuera, por los reyes de España a unos banqueros alemanes en pago de las deudas que las expediciones de Colón, Cortés y demás conquistadores de esto que llaman América Latina, habían generado a la corona. Yo les cuento eso a mis hermanos y ellos se asombran, y, hasta se ríen, porque dicen: ¿Cómo es eso que esos reyes que nunca vimos entregaron nuestras tierras sin que nuestros abuelos nunca se enteraran? Woummain Wou’lee, ¿ama namürei naika wawinkanwa? Nuestro territorio es el lugar donde emergemos, ¿cómo ellos pueden vender nuestras aguas?
Ellos ríen al escuchar mis cuentos de lo que aprendí en México. Hoy ya no ríen; de hecho, ya nadie ríe, porque sabemos, que la muerte ronda nuestro hombro izquierdo y es poco el tiempo que nos queda antes que nos toque. Precisamente, por eso, me he atrevido a escribirle a usted esta carta.
En eso que llaman (Estado-nacional) Venezuela, los pueblos llamados por los blancos: indígenas, pero que cada uno de ellos sabe autodenominarse y definirse y, que son unos 34 pueblos pero que, todos sumados, no alcanzamos el 10 % de la población nacional (cosa muy importante para todos los blancos o criollos que ya desde la derecha o de la izquierda, justifican la necesidad de nuestra muerte), somos la minoría entre las mayorías pobres.
En esto que llaman Venezuela, nuestros abuelos waraurakan paraañunkan, watuchaakana, nuestros ancestros, nuestros más antiguos abuelitos, nunca tuvieron la necesidad de hacer grandes monumentos, ni pirámides, ni grandes construcciones porque, a fin de cuentas, la tierra de la selva es tan suave y tierna que cualquier construcción de esas destrozaría su cuerpo y, por eso, por saber de la eterna juventud del suelo de la selva que nunca levantamos nada que la misma selva no pudiera consumir luego luego.
Sin embargo, no es eso lo que dijeron los blancos europeos y, por eso, sólo indios fueron los Mayas, los Aztecas y los Incas y, según este parecer, lo único que de ellos quedan son las ruinas de un pasado que, hoy por hoy, sirve al negocio de los Walt Mart para turistas, pues, en todo caso, “los indios que inventaron tales ruinas ya no existen”, “son pasado”. Pero si estos grandes constructores de grandes arquitecturas desparecieron, nosotros, los que nunca construimos nada que se le parezca, no sólo desparecimos por no hacerlas, sino por constituir una aberración, aún en tiempos de los Incas, los Aztecas y los Mayas.
Claro, este es el parecer de los blancos europeos que llegaron en 1492. La cosa, Taata Pablochaa, es que esta idea perdura y, no sólo la sostienen los llamados “derechistas neoliberales” sino los llamados de la “izquierda” y, más exactamente, de los llamados “gobiernos progresistas”. Sólo por eso le escribo, porque en fin y, para no hacer larga esta única y definitiva comunicación; sobre todo, porque presentimos que ya no hay tiempo, por lo menos, no para nosotros, le escribo porque vi su firma en un comunicado en defensa del Estado-gobierno venezolano y de Nicolás Maduro como heredero del trono dejado por Chávez.
De antemano, le aclaro, esta carta no es una crítica hacia usted ni a ninguno de los que para nosotros importan en esas firmas, es decir: la suya, la de Carlos Walter y la de Raúl Zibechi los otros, no es que no nos importen, pero no tenemos tiempo para convencerles, pues, este tiempo es nuestro tiempo de defender lo poco que nos queda, o, lo que nos han dejado. 
No voy a atosigarlo con datos, cifras o estadísticas (lo que siempre me exigen, aún aquellos que hablan de otra “ciencia”), es decir, si hablo de muertos, ellos me exigen nombres y apellidos y direcciones para poder creerme, pero yo no puedo hacer eso porque cuando un wayuu, un añuu o un bari muere, su nombre no se pronuncia nunca más, pues, el sólo nombrarlo implica que su espíritu se confunde, pues, el muerto puede llegar a creer que aún está entre los vivos y, confundido, puede decidir quedarse entre nosotros, lo que lo convierte en un peligro, sobre todo, para los niños inocentes que, por eso, pueden ser víctimas del vaho del espíritu del muerto que, aún sin querer, los enferma y hasta lo mata.
Pero los criollos insisten en el “dato concreto”, la “cifra real”, la “encuesta oficial”, y, esto no sólo lo hace la derecha sino la izquierda, pues, a fin de cuentas, para ambos sólo somos la representación de aquello que, usted, Taata, nos enseñó debía ser llamado “colonialismo interno” y este colonialismo interno, quiéralo usted o no, hoy no tiene ideología.
En todo caso, no pretendemos reclamarle si usted apoya a Maduro para que se eternice en el gobierno de esto que los criollos llaman Venezuela y que nosotros llamamos Karooralee, la gente de las flechas llama Waraira Repano, la gente de las canoas llama Odosha y, en fin, cada uno de nuestros pueblos le dio un nombre de acuerdo a eso que los criollos dicen son nuestras “creencias”, pero que, esto también lo aprendimos en México leyendo a un señor muy blanco llamado Luis Villoro, y nos pareció bien contárselo a nuestros hermanos aquí y a ellos les pareció parejo.
En fin y de última cuenta, lo que queremos decirle es que, por favor, si quieren apoyar al gobierno que sea con su firma, pues, nadie se lo impide, pero sepa que ese mismo gobierno que supuestamente enfrenta una agresión imperialista, nos está matando de hambre en la Guajira, en la Laguna de Sinamaica, que mis hermanos que antes salían a pescar ya no pueden hacerlo porque en ese lago que los llamados venezolanos señalan como suyo y lo convirtieron en símbolo de riqueza porque de allí, por más de un siglo, ha salido todo el dinero con el que se han enriquecido los más viles detentadores del poder del Estado-gobierno de esto que ustedes conocen como Venezuela (incluyendo a Chávez y a su familia y sus seguidores más cercanos, hoy, sus herederos). Pero los añuu, sus milenarios habitantes, esos que vio Américo Vespucci en su cartográfico recorrido por las tierras conquistadas por los reyes católicos de España y que por sus palafitos pensó en una Venecia muy pobre, humilde, poblada por gente que en su lengua no tenía, ni siquiera, una palabra para designar el significado de enemigo y que hemos tenido que crear muy recientemente.
Quiero explicarme para que me entienda, y, por favor, no nos meta en el saco del lenguaje oficial del gobierno: “fascistas”, “escuálidos”, “financiados por el imperialismo”, y cualquier otro reduccionismo que todos los funcionarios oficiales o aspirantes a funcionarios de esto que llaman “revolución bolivariana” repiten sin saciedad para no escuchar, para no ver, para justificar crímenes de jóvenes que, no por pensar diferente puede justificarse su asesinato ejercido por grupos que cuentan con todo el poder y la impunidad del estado-gobierno. Esto lo decimos, no sólo en nombre de todos los yukpa familiares de Sabino Romero asesinados por fantasmas que todo el mundo saben que están vinculados al Estado-gobierno bolivariano; no sólo en nombre de los pemones asesinados por supuestos garimpeiros que pagan sus atrocidades con los indígenas a los mandos militares del Ejército y la Guardia Nacional Bolivariana; o más recientemente, los crímenes que un  mando militar (no me pregunte si es general o coronel porque no sabría cómo responderle, lo que sí sé es que todos los wayuu desde el río Limón hasta Puerto Estrella, en la Guajira Colombiana, lo señalan como “el quema camiones”, “el yoluja” porque tiene pactos con los espíritus más malignos, el “asesino de unos 25 wayuu”, el que tortura a un wayuu para que denuncie a otro y lleva la lista de los que han denunciado a otros en la tortura para pasarle los nombres de los “denunciantes” a la familia de los denunciados (algunos de ellos asesinados), para cuando, dice riendo: “cuando yo me vaya de aquí se mataran entre ustedes solitos”. He allí, el militar revolucionario representante de la revolución bolivariana en La Guajira. Pero, dirá usted, ¿cómo es eso?, si ese es el Ejercito Bolivariano proclamado por Chávez, y Chávez es Fidel y Fidel es la revolución y la revolución es libertad y la libertad es…?
Lo único que yo le puedo decir, sabiendo que al momento de usted investigar quién carajos es este tipo que se atreve a escribirle sin conocerle, deberá buscar a Ana Esther Ceceña y ella le dirá que yo provengo de las FALN, comandadas por Douglas Bravo y, Douglas Bravo es Douglas Bravo, esto es: para el Estado-gobierno chavista y sus beneficiados, Douglas es un utopista, loco, ya muy viejo y por eso, no hay que hacerle caso.
Yo, quien le escribe, José Ángel Quintero Weir, no voy a negar nunca mi pasado, y, mucho menos mi pasado con Douglas Bravo, pues, ciertamente fui militante de las FALN, pero por encima de todo, soy Juseechon “Chinoquintero” wayuukai, soy el hijo del wayuu “Chino Quintero” y, desde ese pueblo le hablo, y le digo:
Hoy, por hoy, el pueblo wayuu está siendo criminalizado y asesinado por las fuerzas del Estado-gobierno de Nicolás Maduro, el responsable directo es un oficial que llaman Ramón Romero Bolívar, un militar que según él mismo dice a voz en cuello, ha sido designado por Diosdado y Maduro a cargo del puesto de toda la Guajira Venezolana con sede en la población de Cojoro para acabar con todos los wayuu “contrabandistas” y “apátridas”. Cumpliendo este cometido, hace más de tres meses que el gobierno de la “revolución” ha prohibido que nuestras familias transporten alimentos desde Maracaibo para sus familiares, representantes permanentes en nuestros territorios ancestrales, orden que este oficial cumple tan a cabalidad, que ha llegado a asesinar en la Guajira venezolana, según testimonio de los hermanos, cerca de 25 wayuu entre jóvenes, niños y ancianos.
Hoy, hay una crisis económica, política y social en este país que todos ustedes conocen como Venezuela que, por cierto, no hemos generado nosotros, pues, no fuimos nosotros los que dilapidamos la mayor cantidad de dinero que Estado-nacional alguno haya recibido en cualquier momento histórico, pero que por desconocer a las comunidades, para someterlas a su control político-clientelar y para simple y vulgar enriquecimiento sin importar nada, aunque en el discurso se mencione siempre palabras como: “izquierda”, “revolución”, “patria” entre otras favoritas a los discursos de los más conspicuos representantes de este desastre que llaman “revolución bolivariana”. El hecho es que, hasta donde yo sepa, no ha habido en América Latina un gobierno con el poder económico y político, especialmente por su apoyo popular, que el gobierno de esto que ustedes llaman “revolución bolivariana”.
Recientemente, nada menos que el Ministro de Energía y Petróleo, que también es el Presidente de la Estatal Petrolera, pero que también es el Presidente del Gabinete Económico (Chale, dígame Taata, ¿quién en la dictadura perfecta del PRI llegó a ocupar tanto poder?, que no fuera, aunque sea de palabra, cuestionado)., ha declarado al Ex-Vicepresidente, Exministro de Defensa y, periodista, José Vicente Rangel, que durante los últimos 15 años se han dilapidado unos 50 mil millones de dólares (esto es, el doble de las reservas internacionales de esto que ustedes llaman Venezuela), y, al preguntarle el ahora periodista, pero antes Exministro de Defensa y Expresidente de la República, cómo fue que se perdió esa cantidad de dinero, el administrador de esos mismos recursos le responde con su cara muy bien lavada: “Es que nunca se planificó nada. Nunca hubo planificación, de hecho, no es posible un ejercicio contable de lo gastado”.
Hoy mismo, hay un gran debate en México en contra de la “privatización de PEMEX” propiciada por el gobierno de vuelta del PRI; sin embargo le informo Taata, que eso ocurrió aquí en esto que ustedes llaman Venezuela hace rato, y, nada menos que contando con la rúbrica de Chávez de por medio y en función de las mismas transnacionales: Chevron-Texaco (justo después que acusó a Bush que yedía a infierno), la Repsol, y, debemos agregar, en homenaje a eso que el mismo Chávez llamó “la multipolaridad del poder”, a los Chinos y a las “mafias rusas” en la distribución de lotes en la llamada Faja Bituminosa del Orinoco que ahora Maduro pretende rebautizar como Faja Petrolera Hugo Chávez pero que siempre ha sido territorio Ye’kuana y su nombre verdadero es Anawanadi. ¿Cuál cree usted Taata debe ser el nombre que nosotros debemos aceptar?
Pero no quiero que esta única y definitiva comunicación que me atreveré hacerle llegar sea tan larga, pues, lo que en verdad quiero es contarle esta historia:
Todos en el mundo creen que esto que todos llaman Venezuela es y existe porque no es nada más que petróleo y mises bellas (bueno, lo de mises bellas parece ser algo que el gobierno de Maduro está dispuesto a acabar, pues, siguiendo sus órdenes, el Gobernador Ameliach de un estado que llaman Carabobo pidió a los “colectivos revolucionarios” (especies de macheteros de Manuel Noriega, o Tountonts Macoutes de Duvalier, pero motorizados), asistir a la marcha de la oposición “escuálida”, “fascista” y “preparada militarmente por el imperialismo norteamericano” a accionar lo que él consideraba “un contrataque fulminante”.
La verdad, los colectivos le hicieron caso, fueron a la marcha de los opositores convocados por la oposición tradicional, con banderitas de esto que ustedes llaman Venezuela, y, los “épicos revolucionarios dispararon exactamente a una Mis Turismo y le metieron dos plomos en la cabeza y, en heroica acción, lograron matarla: ¡Viva La Revolución! ¡La revolución ha triunfado! ¡Mataron a una Miss!, desarmada.
Le aseguro Taata que esta será la noticia que usted verá durante meses en los medios, incluyendo a La Jornada, pero usted nunca verá, leerá o tendrá noticias de que en La Guajira venezolana nosotros estamos batallando con el Ejército bolivariano, la Guardia Nacional bolivariana, aún a sangre y fuego, por alimentar a nuestros viejos y niños en La Guajira. Estoy seguro que de eso no le habló el que le pidió su firma en apoyo a un gobierno que está siendo amenazado terriblemente por el fascismo de una Mis Turismo y fue por eso que, hoy, acaba de ser declarada muerta con dos disparos en la cabeza.
Imagino que al autor de los disparos le darán el Premio Libertador al pensamiento crítico, pues el General, Comandante, teniente o no sé qué cosa sea, Ramón Romero Bolívar lleva, según los testimonios wayuu, cerca de 25 wayuu asesinados, muchos camiones y casas de paja wayuu incendiadas, y, “por ahora”, no ha sido condecorado; por lo menos, no públicamente. Perdone el sarcasmo, pero no tengo otra forma de expresarle que esto por lo que usted está exponiendo su piso histórico, apesta.
Pero no le escribimos para reclamarle nada, sino, por el contrario, para proponerle otro camino: el de nuestras comunidades. En este sentido, sólo le pedimos que solicite a los mismos que le pidieron apoyar al Estado-gobierno revolucionario de Nicolás Maduro en contra de la intromisión fascista del imperialismo norteamericano que, por favor: 1) Que públicamente Maduro ordene la liquidación de las concesiones minero-carboníferas otorgadas a los Chinos en pago de la multimillonaria deuda que Chávez (no Maduro) adquirió con este nuevo imperio; 2) que Maduro ordene la liquidación de toda concesión a los brasileños (vía Odebrecht) para explotar el coltan en el territorio de los barí y los yukpa en la Sierra de Perijá; 3) que Maduro, amenazado por el fascismo imperialista norteamericano derogue todas las concesiones mineras a empresas francesas, irlandesas, inglesas, rusas, bielorusas, chinas y, por supuesto, norteamericanas (especialmente las otorgadas a la familia Bush), en la faja bituminosa del Orinoco, el estado Bolívar y la Amazonía venezolana.
Esto lo exigió nuestro siempre querido hermano Carlos Walter Porto-Gonçalves antes de firmar el documento redactado por lo que nosotros aquí llamamos: la Corporación de Turismo Intelectual de Izquierda perteneciente al Ministerio del Poder Popular de “Cogidos a Lazo”. Vuelva a perdonarme el sarcasmo, sobre todo, porque está dirigido no a usted, sino a los burócratas que se presentan como intelectuales de izquierda que dirigen esa instancia con presupuestos que ningún hospital en Venezuela maneja.
Ahora que, la historia que quería contarle es que, milenariamente, siempre hemos sabido de la existencia de eso que tan valioso es para los gobiernos de derecha o de izquierda en esto que ustedes llaman Venezuela: el petróleo. Nosotros siempre le hemos llamado Mmeene, los barí le llaman Ñankúa. Nosotros lo usábamos para calafatear nuestras embarcaciones o para iluminar nuestros caseríos. Los barí, nunca lo tocaban, porque saben que se trata de seres que sólo salen en la noche y tienen su propia energía, capaz de liquidar a un hombre con su singular explosión.
El hecho es que, los más grandes yacimientos de Mmeene están en el fondo del Lago, nuestro territorio, y, una vez descubiertos en el siglo XIX, fuimos expropiados por el Estado, pues, éste entregó las aguas a la Creole Petroleum Corporation y a la Royal Ducht Shell. Nuestros espacios de pesca se fueron reduciendo; sin embargo, podíamos pescar en otros lugares. Luego el mismo Estado-gobierno, en los años 70 del siglo XX, creo la Petroquímica a orillas de nuestro lago territorial, y, por supuesto, no sólo perdimos ese espacio para pescar sino que, desde entonces, 5 de cada mil niños de nuestras familias habitantes de las orillas del Lago de Maracaibo, nacen sin cerebro.
Finalmente, Taata, en los años ochenta el Estado-gobierno decidió explotar minas de carbón con lo que llaman “tecnología de minas a cielo abierto” en las cabeceras del río que los criollos llaman río Limón pero que tanto wayuu como añuu llamamos: Wasaalee (el lugar donde bebemos), y, de los añuu ya no queda nada, no hay peces que pescar, no hay cangrejas ni camarones, no hay yaguasas que cazar en tiempo de verano; en fin, nos quitaron todo: unos en nombre de la democracia, los de hoy, en nombre de la revolución, pero parece no importar, pues, a fin de cuentas los muertos son unos pinches indios.
De hecho, esto también lo aprendí en México porque, esto fue lo que me dijo nada menos que la entonces coordinadora del Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, digo su nombre para que no se olvide que nosotros no olvidamos: Norma de Los Ríos. Hoy, me dicen que tiene gran importancia académica en la UNAM, pues, esta señora, cuando le pregunté si en verdad sabía lo que valía un barril de petróleo para los pueblos afectados, como mi pueblo añuu, ella, sin respuesta posible, me dijo tajante: ¡Pues que importa, lo importante es que Cuba viva con el petróleo venezolano!
Lo que ella no sabe (tampoco los cubanos), es que cada barril de petróleo que sale de las aguas del Lago de Maracaibo es sangre que sacan de nuestras venas, matándonos. Pero, eso no importa, somos indios, qué importa que nuestras venas sigan abiertas si es la revolución cubana la que logra sobrevivir.
Finalmente, Taata, sólo queremos que nos escuche, que nos ayude. Si nuestra palabra en algún momento le resulta ofensiva, le juramos que no es a usted a quien pretendemos ofender (si es que lo hemos hecho), pues, por el contrario, si alguien nos enseñó a que los colonialistas no se habían ido y que se habían multiplicado luego de la independencia fue usted; pero no podemos dejar de ser, por lo menos, sarcásticos, con quienes todos los días nos matan y, al mismo tiempo, hacen actos televisados en nuestro honor; ponen a algunos de nosotros a disfrazarse como “indios” y nos muestran como vitrinas para que todos se sientan felices. Eso, en verdad, nos molesta y nos inquieta que un taata araura como usted (el más sabio por su edad), no pueda vernos, no pueda escucharnos, ni siquiera sentirnos en nuestra muerte, sólo porque otros hablan por nosotros.
Taata araura-watiyerari, aunque no esté de acuerdo con todo lo que le he dicho en nombre de mi pueblo, le pido, por lo menos, acuse recibo de nuestra palabra, pues, a fin de cuentas, nos quiera o no, nos escuche o no, siempre le respetaremos como un ayouna que dijo una palabra: “colonialismo interno”, que no dejaremos nunca de tomar como si nosotros mismos la hubiéramos inventado para explicar nuestra desgracia y nuestra condena en manos de lo que los ayouna de “derecha” y de “izquierda” siempre nos aplican, sin juicio, sin tribunal, sin derecho a la defensa, pues, ¿a quien le importan unos indios que desaparecen si lo que se pretende aparezca es, nada menos que la “revolución”?.
Taata, no creemos que usted piense así, por eso nos atrevemos a escribirle.

Un abrazototote
José Angel Quintero Weir.



* Todo indígena wayuu es para cualquier criollo, en Venezuela, un “chino”; por eso, para todos en Maracaibo, mi padre era el “Chino” Guajiro (wayuu)  Quintero.

NOTICIA: La arremetida militar contra el pueblo wayuu, continua...

El pasado domingo 2 de marzo un piquete del Ejército Bolivariano en su arremetida contra el pueblo wayuu, se enfrentó a unos hermanos wayuu que se desplazaban en la zona fronteriza de la población de Carrasquero en el Estado Zulia. Se produjeron 6 heridos, tres del bando del Ejército y tres del lado del pueblo wayuu.
Hasta ahora ninguno de los heridos ha perecido, aunque las heridas, por lo menos del lado wayuu, son producto de proyectiles de fusiles AK del Ejército Bolivariano enemigo de los pueblos indígenas.
Hemos activado este blog pues, no tenemos ningún otro medio para dar a conocer la "otra" realidad que vive el pueblo en Venezuela. Les estaremos informando. Visítenlo.