viernes, 22 de agosto de 2014

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA FUNDACIÓN INDÍGENA PARA EL DESARROLLO DE LA CULTURA Y LA EDUCACIÓN PROPIA-FUINCEP ORGANIZACIÓN INTERCULTURAL PARA LA EDUCACIÓN AUTÓNOMA WAINJIRAWA. Asociación de Consejos Estudiantiles Indígenas de La Universidad del Zulia - ACEINLUZ Centros de Educación Indígena – CEIN Universidad Autónoma Indígena - UAIN (Educación Propia y Autonomía Comunitaria) Presentación: La Educación propia y autónoma para recuperar nuestra dignidad. P or siempre hemos entendido que no somos los únicos como comunidades y pueblos en el universo y el mundo, pues, desde el comienzo de los tiempos, hemos pensado, que sólo somos una comunidad, un pueblo, entre todas las comunidades y pueblos que en el mundo existen, y, no sólo hablamos de comunidades humanas, sino de todas las comunidades que aprendimos a reconocer como nuestras parejas en la naturaleza: animales y plantas, la luz, la oscuridad, el viento, la lluvia, la tierra y, aún, lo invisible a nuestros ojos pero que, sabemos, está presente con su propia existencia como comunidades emparejadas con nuestra propia humana comunidad. En este sentido, luego de años de experiencia, logramos aprender a conocer el espacio que cada uno de nuestros pueblos habita como comunidad, precisamente, porque cada uno de ellos aprendió a relacionarse con él, a conocerlo en todos sus aspectos: físicos, materiales, visibles e invisibles pero, sobre todo, como hogar, es decir, como territorio que sólo por nuestro cuidado es capaz de preservarse para preservarnos en nuestra existencia, ahora, por siempre y hasta el fin de los días. Así, cada pueblo originario en esta región del mundo (Cuenca del Lago de Maracaibo) luego de miles de años de respetuosa y emparejada relación con todas las comunidades de seres presentes en el espacio, llegó a ser reconocido como habitante inseparable o propio del espacio territorial que, cada uno de ellos, mediante su propio proceso de conocer, convirtió en su territorio, y, sólo por esa vía, éste ha sido siempre absolutamente respetado por las demás comunidades como territorio particular o propio del pueblo que así le ha territorializado. He allí, pues, el origen de la dignidad de cada mujer/hombre/pueblo como experiencia: la capacidad de darse un camino propio, desde, en y por el conocer y compartir con todas las comunidades de seres de lo que cada pueblo o nación ha logrado convertir como su territorio. Así, sólo conocer el mundo presente en nuestro territorio nos empareja con el mundo y es este emparejamiento lo que nos hace dignos por nosotros y es esto a lo que los pueblos y culturas indígenas denominan: su dignidad. En este sentido, desde la perspectiva de los pueblos originarios, la dignidad es una honra, un honor que cada miembro de la comunidad puede llegar a poseer por sí mismo en virtud de su hacer individual y comunitario; dicho de otra manera, la dignidad es tener y ejercer la capacidad de hacer y construir un camino propio como manifestación o expresión de la comunidad y cultura como totalidad. No de balde en lengua añuu dignidad se dice: koüta atümawa (que tiene valor por sí mismo; se hace valer por sí mismo); o como la definen los wayuu: kojutta namüin namüiwa (el valor que nos damos frente a los otros) Así, pues, todo el sistema educativo propio de los pueblos indígenas está orientado hacia la búsqueda del valor que, sólo nosotros mismos, podemos darnos y así mostrarlo frente a los otros; esto implica aprender y aprehender al mundo, como emparejado a todo lo presente, no como cosas, sino como comunidades con quienes compartimos el universo que habitamos. Ahora bien, ésta sola idea cambia radicalmente el punto de anclaje de lo que se conoce en occidente como proceso pedagógico, y, por tanto, nos obliga a aspirar a recuperarlo para recuperarnos, pues, desde la conquista y colonización del siglo XVI hasta nuestro presente siglo XXI, fuimos y seguimos siendo despojados de nuestra dignidad, es decir, de nuestra capacidad de construir, conducir y administrar nuestro propio destino de acuerdo a nuestra forma de ver, aprender y aprehender al mundo que habitamos y compartimos con todos nuestros emparejados (los criollos y la sociedad occidentalizada incluidos). Decimos esto porque, desde el momento de la conquista y hasta el día de hoy, no sólo se nos ha despojado de nuestros territorios como espacios de propiedad sino; sobre todo, de la forma de relacionarnos con nuestro territorio. De esta manera, siglo a siglo, día a día, hemos venido perdiendo nuestro diálogo con el mundo, al punto que, muchos de nuestros pueblos han terminado por no reconocerlo, lo que implica su desaparición definitiva como cultura. Ciertamente, al principio el despojo fue violento, con matanzas y terribles persecuciones y violaciones. Con el paso del tiempo la usurpación se ha cubierto de leyes que, en palabras del colonialismo y la colonialidad criolla, legalizan la violencia del mismo despojo o, las cubren de supuestas buenas intenciones que matizan la colonialidad y el colonialismo que, a fin de cuentas, es el principio sobre el que siempre han sustentado sus Constituciones, Leyes y Programas de Asistencia con los que desconocen nuestra capacidad de hacer desde nosotros y por nosotros, es decir: niegan y reniegan nuestra dignidad. Es la dignidad, pues, el principio sobre el que la Fundación Indígena para el Desarrollo de la Cultura y la Educación propia (FUINCEP), la Organización Intercultural para la Educación Autónoma Wainjirawa, y la Asociación de Consejos Estudiantiles Indígenas de La Universidad del Zulia (ACEINLUZ), sustentamos nuestra propuesta educativa, pues, no aspiramos a otra cosa que no sea una educación desde el nosotros para recuperar nuestra dignidad. En función de ello, hemos decidido iniciar el proceso de construcción de los que llamamos: Centros de Educación Indígena (CEIN). En ellos, desarrollaremos Programas de Educación que, desde la interculturalidad, y, por tanto, desde su propia visión indígena del mundo, puedan comprender y aprehender la perspectiva y comprensión del mundo occidental, fortaleciendo así la suya propia en la búsqueda de crear nuevos caminos para la resolución de nuestros problemas como comunidades. Aspiramos, pues, a otra ciencia; esa que ha de ser capaz de proyectar nuestro propio modo de conocer y saber en la comprensión y aprendizaje de la forma de conocer y saber de la otra cultura. En tal sentido, no sólo estudiaremos los programas de formación que la sociedad nacional valida como su sistema de educación formal, sino que nuestro estudio lo haremos a partir de la incorporación, comprensión y sistematización de nuestro particular proceso de formación al interior de nuestras comunidades y pueblos, y desde nuestras propias lenguas. Así, los programas de estudio de nuestros CEIN están dirigidos a fomentar de manera radical la Educación Intercultural Bilingüe (EIB), es decir, estudiar a partir de nuestras propias realidades, interpretándolas, analizándolas y comprendiéndolas desde nuestras lenguas como expresión de nuestra propia forma de ver e interpretar el mundo, esto es, desde nuestras propias filosofías. Sólo así es posible una verdadera interculturalidad, o por mejor decir, una interculturalidad en la que todo es estudiado desde nuestra cultura y, por tanto, desde nuestra lengua, y, sólo aquello que una vez estudiado la comunidad considera su incorporación como positiva, debe ser o es finalmente incorporado como propio. Por esta vía, estamos convencidos, no sólo recuperamos nuestra dignidad, sino que reabrimos el camino que hasta hoy, el colonialismo y la colonialidad nos ha negado: el camino de nuestra autonomía para pensar, hacer y vivir. Educación Autónoma para la Autonomía. R ecuperar nuestra dignidad es, con todo, recuperar nuestra autonomía, ya que sólo es digno quien es capaz de honrar a su familia, su comunidad y, por ende, a sí mismo a partir de su capacidad de contribuir con su hacer, a hacer el destino de todos los suyos y, por supuesto, el de sí mismo. Así, la autonomía es hacer individual y colectivo en la construcción de un destino común, compartido. Decimos esto, porque, todo pueblo o cultura es capaz de territorializar, es decir, convertir un espacio en su territorio a partir de su propio hacer, el cual es orientado por dos supuestos vitales: 1.- Toda comunidad humana ve el mundo desde una perspectiva que le es propia y desde la cual emplaza el proceso de ocupación y conversión del espacio en territorio. Asimismo, tal perspectiva orienta el proceso de nombrar y de geo-grafiar al mundo. Dicho de otra manera, nombramos al mundo de acuerdo a como lo vemos, lo que expresa nuestra perspectiva y, desde esa misma perspectiva, construimos los nombres con los que señalamos el espacio y los procesos que hacemos y vivimos en el espacio que ocupamos y convertimos en nuestro territorio. 2.- Es desde su particular perspectiva de ver el mundo que toda comunidad humana organiza su hacer en función de resolver sus problemas materiales de existencia, pero también, hace posible un horizonte que orienta su proceso de conformación como pueblo o cultura, esto es, su configuración desde una cosmovisión o filosofar que así orienta su cosmovivencia u organización social que va, desde la formulación de una ética de vida, así como sus normas sociales de convivencia, hasta el establecimiento de procesos, procedimientos, técnicas, hasta la creación de herramientas para la producción y la existencia material. En fin, se trata del proceso mediante el cual toda comunidad humana es capaz de realizarse de manera libre y autónoma como pueblos y culturas diferenciadas, pues, se trata del proceso de construcción de conocimientos que hace posible su establecimiento en un espacio territorial en un tiempo históricamente determinado. Vale decir, todas nuestras comunidades, pueblos y culturas indígenas tienen conciencia de la historia de su autonomía, y, es a esta conciencia a lo que también podemos denominar como su propia y particular territorialidad, pues, se trata de las relaciones y particulares vinculaciones que cada pueblo establece con el espacio que logra territorializar o convertir en su territorio. Como vemos, cuando hablamos de Autonomía nos referimos a la capacidad que toda comunidad humana necesita para desarrollar su propia territorialidad, que se manifiesta en la conversión de un espacio en territorio y que, finalmente, orienta la conformación de una particular forma de concebir, nombrar, explicar y transmitir como discurso del saber el proceso de conocer y de generar conocimientos de acuerdo a su territorialidad. Por tanto, podemos decir que toda comunidad humana es una cultura en sí misma, precisamente, porque ha sido capaz de generar procesos de conocer y conocimientos vinculados al proceso de territorialización necesarios a su persistencia como colectividad humana y que, además, le han provisto de una perspectiva que por sí misma logra sistematizar como todo un sistema de pensamiento o filosofía que orienta su vida social, sus relaciones políticas y de poder, su economía, su religiosidad, su construcción simbólica y, por sobre todo, la forma de sostener la memoria y la transmisión de la misma a las nuevas generaciones que así obtienen una identidad de grupo, así como la capacidad de luchar por su persistencia en el tiempo y en el espacio, es decir, en su territorio por su territorialidad. En este sentido, lo que hasta ahora enunciativamente el Estado nacional ha declarado como Educación Intercultural Bilingüe (EIB) ha sido, la continuidad de la colonialidad del poder y del saber, y, por eso mismo, inútil, porque tal enunciación siempre se ha hecho desde la desterritorialización colonial, es decir, la separación de los pueblos indígenas de sus propios territorios y de sus territorialidades; esto es, la EIB nunca ha sido planteada desde el proceso de territorialización o proceso de conocer que cada pueblo o cultura indígena genera en la construcción territorial de su existencia. Dicho de otra manera, el Estado nacional (de pensamiento colonial), está convencido de que la interculturalidad es una mera traducción de los contenidos originados desde el conocer occidental como forma y método único, por lo que, los pueblos indígenas están obligados a aprenderlo mediante traducciones que nuestros propios maestros deben insertar desde nuestras propias lenguas como forma de conocer y saber natural, universal y único. Tal cosa, no es más que otra forma de encubrir el colonialismo y la colonialidad pero nunca verdadera interculturalidad, pues, sólo la Autonomía garantiza la interculturalidad, en tanto que toda cultura se conforma en relación a otra; vale decir, somos lo que somos producto de nuestra relación diferenciada con los otros, nuestros diferentes, pero con quienes, sabemos, compartimos el espacio/tiempo histórico/geográfico que nos hace únicos pero sólo por nuestra relación o en relación con los otros, nuestros diferentes. He allí, pues, el punto de partida de nuestra propuesta de Educación Autónoma Indígena. No pretendemos reivindicar, exclusivamente, nuestros propios procesos de conocer orientados por nuestra perspectiva de ver y territorializar nuestro espacio en el mundo, sino que, sabemos que cuando hablamos de Educación Autónoma para la Autonomía no nos referimos ni a una Separación política ni a una Autarquía económica y/o pedagógica, es decir, de desvinculación, separación o rechazo al proceso de conocer y al conocimiento generado desde la perspectiva de los otros; enfatizamos sí, que todo pueblo o cultura es, sí y sólo sí, es capaz de generar una territorialidad propia que, a su vez, orienta, dirige y condiciona un proceso de conocer y unos conocimientos, saberes y descubrimientos como resultados que les son propios pero que, de una u otra manera, comparte e intercambia con procesos de conocer y conocimientos de otros pueblos, culturas y comunidades con las que necesariamente se complementa. Por mejor decir, la necesidad de una Educación Autónoma tiene que ver con la recuperación de la perspectiva de ver el mundo de cada pueblo o cultura en el momento o tiempo de configuración de su “espíritu” lo que cada una de ellas registra en su lengua y en su manera de nombrar el mundo, y, por supuesto, en todas las formas discursivas que garantizan su permanencia, persistencia y transmisión como saber propio y único en el tiempo, como territorialidad concentrada en su condición de pueblo y cultura diferente. De última cuenta, no es posible una Educación Autónoma sin que la comunidad, pueblo o cultura que la desarrolla, tenga y ejerza su Autonomía económica y política. Estamos conscientes que este es un punto problemático, pues, se trata del sustento del proceso de liberación que, aún, a nuestros más sinceros aliados les cuesta aceptar porque la idea de que originariamente nacimos libres y nos configuramos como culturas diferentes desde nuestra libertad, contradice a todo programa social que aún con la “mejor intención” pueda ser diseñado por el Estado nacional o cualquiera de sus instancias, pues, toda asistencia parte del supuesto de que, quien la recibe, es por su “incapacidad” de hacer y, por tanto, siempre será un permanente necesitado. Por eso, insistimos, sólo desde una Educación Autónoma podremos recuperar nuestra dignidad y, de esa manera, nunca más ser los necesitados de asistencia que creen que somos, sino dignos ciudadanos, emparejados en derechos con el resto de la sociedad nacional. Así, desde los Centros de Educación Indígena nos proponemos estudiar nuestro propio pensamiento y, a partir de allí, estudiar el pensamiento de la sociedad nacional y sus programas de formación; no sólo para comprenderlos, sino para generar en nosotros mismos el proceso de transformación de nuestras comunidades a las que debemos sentirnos orgullosos de pertenecer. ¿Por qué un Centro de Educación Indígena? C iertamente, desde mediados de los años 70 el Estado venezolano ha venido implementando la llamada Educación Intercultural Bilingüe (EIB) en centros educativos ubicados en zonas de población indígena. Podemos decir que en la propia ciudad de Maracaibo hay centenares de escuelas públicas calificadas como EIB, al punto de que han llegado a conformar lo que se conoce como un Municipio Escolar. Esto es, sin lugar a dudas, positivo; sin embargo, dos aspectos son importantes de destacar a la hora de revisar el papel cumplido por las llamadas EIB, permanentemente denunciados por los mismos maestros de tales Centros. Ellos son, a saber: 1.- Los estudiantes indígenas en edad escolar, generalmente hablantes de su lengua y formados en su cultura, se enfrentan en esa etapa a la necesidad del aprendizaje del castellano para poder “avanzar” en el estudio de todos los contenidos programáticos que el Sistema Educativo Venezolano considera pertinentes y dirigidos, por supuesto, a la conformación de una ciudadanía nacionalmente “homogénea”, lo que suponen lograr mediante el conocimiento de una historia nacional, una geografía nacional y una lengua nacional. Tal como vemos, el Sistema Educativo Nacional, ya desde su etapa escolar, se asienta sobre la negación de la diversidad; ello, muy a pesar de que enunciativamente el Estado declare su reconocimiento a las diferencias culturales y lingüísticas que efectiva y socialmente se hacen presentes en Venezuela. En este sentido, la lengua materna indígena antes de constituir la perspectiva desde la cual los estudiantes produzcan su interpretación de los contenidos que reciben, pasa a ser mero vehículo de transmisión de los contenidos del conocer occidental sin interpretación crítica de los mismos; es por ello que, al final del proceso (6to Grado), el estudiante indígena termina por asumir el hecho de que su propia lengua y perspectiva de ver y relacionarse con el mundo es un accidente del que debe desprenderse para poder tener éxito individual en la sociedad naturalmente dominada por los otros. Es por ello que, todo el proceso de las EIB ha terminado por convertirse en la colonial traducción de textos bibliográficos y contenidos programáticos occidentales que se presentan como únicos y naturales, y de su colonial traducción e inyección letal en el pensamiento de los niños se ha de encargar el propio maestro indígena. 2.- El programa EIB, por tanto, sólo está presente en el nivel primario de la educación pública, no así en el nivel medio y ciclo diversificado, y, mucho menos, en el ámbito universitario. Esto es así, pues, suponen los planificadores educativos que, una vez que el estudiante indígena ha pasado seis (6) años de etnofagia en la educación primaria, ya en el nivel secundario no debe haber vestigios de su propia cultura en su espíritu. No obstante, sabemos, esto no es así, ya que la resistencia a la pérdida del ser es capaz de generar los más ingeniosos mecanismos de resistencia que hacen posible la persistencia cultural de los estudiantes así sometidos. Dicho de otra manera, el cacareado proceso EIB sólo es aceptado por el Estado nacional hasta el nivel primario y no más allá. Por ello, si alguna escuela EIB sobrepasa los límites del folklore impuesto por el Estado y se atreve a ir más allá de lo establecido, el estudiante indígena tendrá que enfrentar el choque con la inexistencia de la interculturalidad a nivel medio y diversificado, y, más allá, a nivel universitario. Para decirlo más claramente: el Estado nacional acepta que seamos indios para mostrar nuestro colorido folklore pero jamás como posible perspectiva de interpretación de la realidad y, mucho menos, como posible perspectiva para generar procesos de transformación de esa misma realidad. En virtud de esta convicción, hemos venido generando un proceso de debate al interior de los maestros indígenas y de las comunidades sobre la necesidad de construir nuestro propio sistema educativo, donde el principio de la Interculturalidad sea soporte real a un nuevo proceso social. Sabemos que la sociedad criolla y, también nosotros, no somos los mismos; sin embargo, nos negamos a seguir siendo tragados etnofágicamente por una sociedad que, a fin de cuentas, desconoce su camino y mucho más su horizonte. Queremos decir, no será posible una transformación real de nuestra sociedad, es decir, de todos, sin nosotros, sin nuestro negado espíritu. Sin embargo, debemos reconocer que muchos de nuestros hermanos ya han sido digeridos en un proceso etnofágico que sobrepasa los 500 años de digestión colonial, y, por eso mismo, estos nuestros hermanos consideren como positivo ser tragados y contribuir con nuestra sangre y memoria a la etnofagia del Estado nacional que nos reduce al folklorismo y manipula los conceptos que, milenariamente, nuestros antepasados fueron capaces de crear acerca de lo que realmente somos y desde los que en verdad podemos aportar para crear una otra sociedad más justa, es decir: un mundo donde quepan todos los mundos; una sociedad donde la dignidad de todos sea respetada por el hacer de cada quien desde su propia perspectiva de ver el mundo, que es lo que entendemos por democracia, es decir, nuestra idea de la democracia es la posibilidad de crear un orden donde impere el respeto a la perspectiva de todos, y, por último, la certera idea de que el hacer de los hombres y mujeres verdaderos no tiene nada que ver con aspiraciones personales o individuales, sino que todo hacer es medido por los tres trabajos que todo ser humano debe ejercer para conformarse como un ser humano completo: 1) el trabajo por la familia, que es el hacer para la autonomía de la economía familiar; 2) el trabajo por la comunidad, pues, no existen los hombres o mujeres solitarios en el mundo: todos somos parte de un colectivo o comunidad: humana, animal, de plantas y aún de elementos como el aire, las aguas, la tierra o el fuego, y, finalmente; 3) el trabajo de Dios, que es la correspondencia de los hombres con la energía cósmica que nos permite vivir y dar vida. Así, pues, estos tres principios constituyen la base para sustentar la idea de que no hay líderes eternos ni mucho menos únicos, a quienes debamos someter nuestro destino, sino que existen hombres y mujeres verdaderos capaces de hacer y ejercer sus tres trabajos, y es por eso que nuestra consigna es: Para todos todo. Nada para nosotros. Principios de fundación de los Centros de Educación Indígena (CEIN) y la Universidad Autónoma Indígena (UAIN) P or lo dicho hasta ahora, debemos considerar; por lo menos, tres elementos esenciales para definir la idea y propósitos de los Centros de Educación Indígena (CEIN) – Universidad Autónoma Indígena (UAIN), estos son: 1.- El principio de interculturalidad: * Este principio es básico al proceso de transformación de Nuestra Escuela como espacio para la búsqueda, creación y producción de conocimientos desde nuestras propias particularidades socio-culturales. * Esto es así, pues, sólo la inclusión de las diferentes perspectivas de visión y de relación con el mundo de las comunidades y pueblos originarios de nuestro país hará posible producir un nuevo punto de anclaje o, perspectiva, para el análisis y comprensión de nuestra realidad como camino para la producción de nuevos conocimientos, diferentes tecnologías y distintos procedimientos capaces de dar cuenta de nuestras muy particulares problemáticas económicas, políticas, sociales y culturales de nuestra sociedad. * Esto quiere decir, que el principio de interculturalidad obliga a la inclusión del proceso de conocer y del saber de los otros; esto es, la obligatoriedad de considerar como lugar de observación y relación con el mundo la perspectiva de aquellos que, hasta ahora, apenas hemos alcanzado la categoría de “sujetos informantes” que, impositiva y colonialmente, la Escuela y la Academia les otorga como única función que les es posible alcanzar. * Por tanto, asumir el principio de la interculturalidad obliga, antes que nada, al cuestionamiento de lo que hasta ahora ha sido considerado como hacer y lenguaje casi naturales del llamado saber científico y, en consecuencia, ser capaces de asumir como perspectiva de enfoque y como motor de nuestro propio hacer y lenguaje científico, ese con el que las comunidades indígenas, desde su particular hacer, conocer y saber, interpelan a la Escuela y a la Academia de manera contundente. Así, la interculturalidad es la razón académica de ser de los CEIN-UAIN, pues, no se trata sólo de incorporar a la población indígena a los estudios universitarios, sino, sobre todo, de incorporar su pensamiento, su filosofía, al encomiable proceso de producir otra ciencia para construir otro mundo donde quepan todos los mundos. 2.- El principio de Autonomía: * El principio de la interculturalidad como razón de ser académica de los CEIN-UAIN conduce a una definición de la autonomía que, necesariamente, trasciende lo jurídico-administrativo en tanto que, su propósito final es la creación de espacios autónomos para la construcción autonómica de las comunidades. * En este sentido, la autonomía educativa se concibe aquí como un proceso orientado hacia la generación de procesos autonómicos al interior de la comunidad lo que ha de manifestarse, tanto en su diseño académico (el conjunto de asignaturas, carreras y menciones) con las que se propone alcanzar la construcción de la autonomía, así como en la forma de concebir la planificación educativa y la participación de la comunidad en tal proceso. Dicho de otra manera, la autonomía educativa es elemento constituyente del proceso de construcción de la autonomía de las comunidades y esto lleva implícito la independencia cultural, económica, administrativa y política de las comunidades sobre sus propias creaciones y conocimientos; pero, sobre todo, de su propio territorio. 3.- Principio de la Anticolonialidad y la Educación Liberadora. * Como consecuencia del principio anterior, debe entenderse que los CEIN - UAIN se orientan por la necesidad de construir teorías y prácticas dirigidas hacia la sistematización conceptual y práctica de todos los conocimientos ancestrales y tradicionales de las comunidades; así como también, la creación y producción de nuevos conocimientos en virtud de los cambios socioculturales, económicos y políticos en el contexto del espacio/tiempo de cada comunidad. * Tal proceso debe sustentarse en una ruptura con el lenguaje y metodología de la ciencia tal como la concibe la sociedad criolla occidentalizada que, hasta ahora, entiende como único lenguaje y vía para la creación y producción de conocimientos la práctica y método de la llamada ciencia occidental y, como quiera que sea, esta corresponde a lo que algunos autores han denominado como colonialidad del saber impuesto por y desde una colonialidad del poder. * Por tanto, la generación de nuevos conocimientos en función de resolver nuestros propios problemas implica la obligatoria condición de buscar conocer desde nuestra propia perspectiva de observación del mundo, es decir, desde nuestra particular posición o ubicación en el mundo contemporáneo; por tanto, necesitamos inscribir nuestra educación en el costado de la anticolonialidad como punto de anclaje para la creación, elaboración y desarrollo de conocimientos que conduzcan nuestro propio proceso de liberación conceptual, económico, social, cultural y humano. * En este sentido, el propósito fundamental de los CEIN - UAIN es potenciar las formas de conocer (la experiencia con el mundo), y la sistematización del saber (la expresión del proceso de conocer el mundo) de las comunidades indígenas, en función de construir un camino propio, no sólo para los pueblos indígenas, sino para todos los que somos como nación, pues, es por esta vía que nuestra Educación no sólo sería anticolonial sino, sobre todo, Liberadora. 4.- Principio de la Educación en el hacer, es decir: Una Educación en el trabajo y no para el trabajo. *Ubicar nuestro propio punto de anclaje para el conocimiento del mundo en función de crear soluciones a nuestros muy particulares problemas supone que nuestra acción académica no debe estar dirigida a producir mano de obra a ser consumida por las estructuras del aparato colonial existente que, sabemos, es posible ubicar en el mismo momento que fuimos “conquistados” y “colonizados” en el siglo XVI hasta el presente. *Por el contrario, se trata de la necesidad de crear una estructura académica en función de: 1) Recuperar nuestra dignidad como pueblos capaces de resolver por sí mismos nuestras necesidades materiales; 2) Recobrar el conocimiento y control político de nuestro espacio territorial como base material y simbólica de nuestra autonomía como comunidades y pueblos; 3) Rescatar, reivindicar, sistematizar y potenciar con los elementos positivos del conocer y el saber de la ciencia occidental que aprenderemos, nuestro propio camino al saber y conocer en el nuevo contexto histórico-territorial que ocupamos y vivimos. *Esto último, ha de permitirnos generar procesos de conocimiento interculturales dirigidos hacia el fortalecimiento autónomo de todas las comunidades y pueblos (indígenas o no), y, es por ello que nuestros programas de estudio buscan lograr egresados capaces de liderar procesos liberadores de sus propias comunidades y culturas, sean estos originarios, afros, campesinos, pescadores o de culturas locales de cualquier parte de nuestro territorio nacional venezolano. Ejes de los Centros de Educación Indígena (CEIN) - Universidad Autónoma Indígena (UAIN) D e lo anterior se desprenden dos consideraciones fundamentales: En primer lugar, de acuerdo a los principios sobre los que sustentamos la creación de los Centros de Educación Indígena (CEIN) y nuestra Universidad Autónoma Indígena (UAIN), se debe suponer la configuración de un diseño académico propio; es decir, en virtud de las especificidades culturales y lingüísticas de la población a atender, así como por los propósitos estratégicos del Proyecto, el diseño académico debe partir de una estructura en la que los principios de interculturalidad, autonomía y educación liberadora (descolonizada), soportan el proceso de formación académica general. En segundo lugar, tal diseño académico implica la creación de proyectos curriculares correspondientes a una formación orientada desde el trabajo y, por tanto, cuyo horizonte sea el de carreras y/o menciones, capaces de atender y cubrir problemáticas específicas de las culturas y sus comunidades en su contexto histórico. En este sentido, el Diseño Académico de los Centros de Educación Indígena (CEIN) y de la Universidad Autónoma Indígena (UAIN) se estructura a partir de tres ejes verticales y un eje horizontal que los atraviesa y conecta entre sí. Tales ejes son los siguientes: Eje de la Conciencia Cultural: Implica el desarrollo de programas de formación dirigidos a fortalecer la cosmovisión o perspectiva de visión del mundo, esto es, el filosofar que le es propio a los pueblos indígenas; por tanto, se propone como eje para la afirmación de la identidad cultural diferenciada de las comunidades y pueblos indígenas, lo que sin duda está en estrecha relación con la persistencia cultural de los pueblos o culturas a las que pertenecen. Eje de la Conciencia Autonómica: Se configura como eje para el desarrollo de programas y planes de estudio cuyo propósito está orientado hacia la formación del estudiante indígena en el conocimiento del proceso histórico y geográfico de sus comunidades en el contexto de la historia y geografía general del país y, por supuesto, el estudio crítico de las relaciones históricas y geográficas entre las comunidades, pueblos y culturas indígenas con el poder del Estado. Este eje hace posible el derecho a ser y a vivir como pueblos diferenciados en el contexto de la pluriculturalidad de nuestro país. En este sentido, genera programas de estudio que contribuyen a analizar y reflexionar para el desarrollo de alternativas políticas, organizativas y formas de lucha en el ejercicio de la autodeterminación y autogobierno de las comunidades y pueblos indígenas en y desde sus territorios. Eje del Etnodesarrollo: Constituye el centro de toda autonomía puesto que, no es posible la existencia autónoma de ningún pueblo sin la fuerza de una economía propia, capaz de sustentar el ejercicio de tal autonomía. En este sentido, este eje se configura a partir de planes y programas capaces de generar la formación de nuestros estudiantes para la creación de procesos económicos que coadyuven la autonomía económica de sus pueblos y al pleno ejercicio y persistencia de sus culturas; es decir, programas de estudio dirigidos a incentivar la creación de procesos (técnicos o tecnológicos) que potencien sus particulares economías, base fundamental de la libertad y autonomía de sus culturas. De esta manera, el diseño académico de los CEIN - UAIN se conforma a partir de estos tres ejes verticales anteriormente descritos, desde los cuales es posible abrir cauces, tanto a las aspiraciones individuales de los estudiantes indígenas participantes, como a las urgentes necesidades y aspiraciones de sus comunidades y culturas de origen. Eje horizontal de la interculturalidad Tal como ya indicamos anteriormente, el Eje de la Interculturalidad será el que atraviese horizontalmente todos los ejes verticales de formación como principio motor de los estudios secundarios y universitarios de los estudiantes indígenas; ello por cuanto lo que se busca es; por un lado, reconocer la existencia de formas de conocer y saberes generados desde las perspectivas propias de las cosmovisiones de los pueblos originarios, y, por el otro, potenciar esas mismas formas de conocer y los saberes producidos como paso trascendental para la generación de nuevas formas de conocer y nuevos conocimientos desde una perspectiva muy propia, esto es, desde una base generada desde la relación intercultural. De tal manera que, se trata de universalizar lo particular, pues, estamos convencidos que siempre habrá que pasar por la comarca para llegar al universo. Estructura Académica General del CEIN - UAIN Consideramos necesario hacer una previa precisión y diferenciación tanto de lo que definiremos como CEIN así como lo que estableceremos como UAIN, pues, ciertamente, se trata de instancias académicas (en el tiempo/espacio) diferentes, aunque estrechamente vinculadas o conformando un mismo proceso. Así, el CEIN es la instancia en la que generaremos el proceso de incorporación a la formación “inicial”, por así decirlo, de los estudiantes indígenas, quienes, podrán ingresar a partir de los 12 años, hayan tenido escolaridad en el sistema educativo formal del Estado o no, pues, en todo caso, lo que nos interesa es que hayan recibido la formación dentro del sistema educativo propio, es decir, dentro de su propia cultura. Esto, a nivel de: a.- Lengua materna: que el aspirante sea hablante de su lengua. b.- Formación en el trabajo: que el aspirante (hembra o varón), haya recibido de parte de los familiares propios, o tenga algún conocimiento de las enseñanzas particulares del sistema educativo de la cultura en cuanto a sus funciones y labores correspondientes a su edad y sexo. c.- Educación para la vida: que el aspirante haya recibido o tenga algún conocimiento de sus responsabilidades como miembro individual (como mujer u hombre) parte de una familia, una comunidad y una cultura, diferente al individuo o “ciudadano” de la cultura nacional criolla. En este sentido, el CEIN se organiza en las siguientes instancias académicas, sucintamente explicadas en sus objetivos generales: CEIN – Programa de Alfabetización Bilingüe – Nivel Primaria y Básica Integral Alfabetización Bilingüe: • Objetivo General: Programa en el que nos proponemos alfabetizar a los alumnos tanto en lengua castellana como en su propia lengua indígena, sea ésta el wayuunaiki, el barí o el añunnükü; esto, de acuerdo a la cultura y el espacio territorial donde se desarrolle la experiencia del CEIN. Asimismo, el programa contempla todos los ejercicios de apresto necesarios al dominio o manejo de los instrumentos para la escritura y graficación de ideas, discursos e imágenes necesarias a la exposición del pensamiento, tanto desde la perspectiva indígena como desde la perspectiva occidental. Finalmente, se hará énfasis en la lectura e interpretación de textos, tanto de la cultura occidental como de la cultura propia, dirigidos a desarrollar la capacidad de crear y expresar las ideas generadas mediante el análisis, tanto de manera verbal como escrita en ambas lenguas y, así, desarrollar la capacidad de establecer las diferenciaciones que tanto de forma verbal como escrita, tal análisis genera. Nivel Primaria y Básica Integral. • Objetivo General: En un primer momento y, en el mismo proceso de Alfabetización Bilingüe, nos proponemos: preparar al estudiante indígena en todas las áreas y contenidos de la Educación Primaria del Sistema Educativo Formal del Estado venezolano en función de que, al final del proceso, el alumno esté en capacidad de presentar el Examen de Suficiencia de Educación Primaria. En un segundo momento, pretendemos profundizar en todos los contenidos programáticos de la llamada Educación Básica Integral en el contexto del trabajo tanto como trabajo creador, como familiar y comunitario. En este sentido, nos proponemos desarrollar áreas como: agroecología; cría y tratamiento de bovinos, caprinos y ovinos; así como de otros campos no propios de la cultura como: piscicultura; apicultura; herrería; madera y ebanistería; diseño y dibujo técnico; mecánica automotriz; refrigeración; reparación y confección de motores fuera de borda y embarcaciones acuáticas; entre otras. Estructura y Duración del Programa: Alfabetización – Primaria Programa de Alfabetización Bilingüe Plan de Ejercicios de Apresto Alfabetización en Lengua Alfabetización en Materna Castellano Duración del Programa de Alfabetización Bilingüe: 48 Semanas (Un año) Nota: Es importante señalar que, durante este año lectivo, los alumnos estudiarán contenidos programáticos del Programa de Educación Primaria al mismo tiempo que se Alfabetizan. CEIN – Programa Nivel Primaria y Básica Integral Áreas de Conocimiento Expresión Verbal Memoria histórica, Territorial Razonamiento Lógico Mundo físico y Escrita y cultural Matemático y Geométrico y Natural Área de Educación en el Trabajo Duración del Programa de Alfabetización Bilingüe: 96 Semanas (Dos años) Objetivos por Área Área de Expresión Verbal y Escrita. Objetivo General: Desarrollar en nuestros estudiantes la capacidad de leer, traducir, interpretar, analizar y explicar de forma verbal y por escrito, nuestra palabra y la palabra de los otros. (Debe quedar claro que cuando hablamos de “palabra”, nos referimos a nuestro propio discurso así como al discurso de los otros). Área de la Memoria histórica, territorial y cultural. Objetivo General: A partir de los relatos orales propios y su contrastación con el relato (escrito) de los otros, nuestros alumnos deben ser capaces de interpretar, analizar y explicar su propio proceso histórico, territorial y cultural, esto es, capacitar al estudiante indígena para la comprensión de su propio proceso de territorialización (Historia de la Geografía y Geografía Histórica) y su territorialidad (Construcción espacio/temporal y conformación de una sociedad humana como cultura), tanto en el contexto de su originario establecimiento territorial, como en el contexto histórico del colonialismo pasado y la colonialidad del presente, en función de comprender su presente a partir del análisis y comprensión de su pasado histórico, territorial y cultural. Área del Mundo Físico y Natural: nuestra comunidad en el universo - mundo. Objetivo General: Estudiar el mundo físico y natural en función explicar las relaciones entre universo físico y conformación del mundo; sociedad humana y naturaleza en todas sus dimensiones: económicas, sociales, culturales y éticas. Se trata de un área donde de forma integral convergirán disciplinas como la Física, la Biología, la Química y la Ecología en una permanente interpolación de los estudios de la ciencia occidental en tales disciplinas, y los saberes propios o desde la perspectiva indígena, su traducción, reafirmación y/o redefinición. Área del razonamiento lógico-matemático y/o interpretación geométrica del mundo. Objetivo General: En ésta área nos proponemos lograr que los alumnos puedan comprender, traducir e interpolar, la lógica de razonamiento occidental, desde su perspectiva de origen hasta sus construcciones teóricas abstractas; en relación y constante interpolación de nuestra lógica de razonamiento indígena, desde el origen de nuestras particulares perspectivas de origen hasta la formulación de los fundamentos teórico-prácticos de nuestra ciencia de lo concreto. Área de Educación en el trabajo. Objetivo General: Se trata, por así decirlo, del campo concreto de estudio que hace posible la conexión de todas las áreas del Programa, pues, partimos del principio indígena de “ciencia de lo concreto” que su filosofar ha generado como perspectiva para el proceso y método de creación o construcción de conocimientos que, así, han hecho posible su existencia, resistencia, persistencia y, aún, su re-existencia a lo largo de todo el proceso histórico-geográfico y cultural de cada uno de los pueblos indígenas de la cuenca del Lago de Maracaibo y, nos atrevemos a decir, de todo el continente. Por tanto, nuestro propósito fundamental con ésta área es: recuperar el trabajo (hacer individual, colectivo y/o comunitario), como método de enseñanza/aprendizaje propio de sus miembros. En este sentido, los contenidos de las áreas de conocimiento deben ser expuestos como parte de la búsqueda de solución a problemas reales de existencia de las comunidades sean estos materiales o simbólicos. Así, pues, se trata de lo que denominamos como nuestra pedagogía del hacer autonómico, que no es más que la recuperación del milenario proceso de conocer practicado por nuestros pueblos y cuyo proceder parte del hacer necesario en la resolución de problemas a nuestra existencia y en función de nuestra persistencia como culturas, esto es, de nuestras cosmovisiones y cosmovivencias. CEIN – Programa Secundaria y Preparatoria UAIN

jueves, 27 de marzo de 2014

Nota para los hermanos de Brasil: Lo lamentamos: ya no le vamos a Brasil.

A pesar de que todos los venezolanos aspiramos a que alguna vez un equipo nacional pueda arribar a un mundial de futbol, este deseo nunca se nos ha hecho; por más que recemos o por mucha campaña publicitaria que hagan sus patrocinantes, nunca se nos ha hecho el milagro. Sin embargo, en medio del mundial; vale decir, de todos los mundiales, siempre nos ha quedado Brasil, a cuyos equipos, ganen o pierdan, en ese estricto momento se convierten en nuestra esperanza, en nuestra patada. Para nosotros no hay otro Rey que Pelé, Garrincha, Tostao y el Jahirzino; no nos importan los desplantes y berrinches drogos del Maradona; en todo mundial para nosotros, siempre la ouro-verde e su jogo bonito fala por nos. Pero, luego de la reciente visita de los honorables cancilleres de la UNASUR en nuestro país, que vinieron todos a respaldar al Estado-gobierno en sus tropelías, la voz cantante de tal respaldo la asumieron el canciller de Argentina (tal vez más comedido) y el de Brasil, éste sí, abiertamente representante de la naturalización de la muerte y la tortura. La representación de Brasil se atrevió a decir que “Estado de terror fue el que vivieron ellos (los brasileros) durante la dictadura, comparado con eso, aquí en Venezuela, no pasa nada”; además, “la violación de los derechos humanos es un problema mundial, de tal manera que, ¿a quién puede extrañar que en Venezuela se violen tales derechos?”. Dicho de otra manera, Dilma Rousef le orientó a su canciller que sostuviera la idea de que ella necesita muchos más estudiantes asesinados por la Guardia Nacional y las Bandas Paramilitares del Gobierno, 35 asesinados todavía no generan suficiente sangre para su idea de muerte verdadera. Además, la violación de los derechos humanos por parte de los Estados –gobiernos es casi como como cuando crece la hierba: es natural, por tanto, es natural que maten a una mujer por sonar una cacerola, es natural que un Guardia Nacional viole a un joven con su fusil de asalto, que la Ministra de prisiones de Venezuela saque de la cárcel a un delincuente, y le pague un sueldo para que dispare 17 veces sobre una protesta y asesine a una mujer embarazada, eso para Dilma Rousef (por boca de su canciller), es totalmente natural. Nosotros, nunca hemos creído que los garimpeiros existan por naturaleza, a pesar de los desmanes que siempre han cometido en contra de nuestros pueblos indígenas en la selva amazónica que compartimos con el Brasil. Si eso pensáramos, tendríamos que concluir que, naturalmente, todo brasileño es, por naturaleza, un maldito. Pero no, como nuestro equipo nunca tiene posibilidades de jugar un mundial, le íbamos a Brasil. Hoy, las palabras de Rousef (por boca de su canciller), nos demostraron que, en verdad, no merecen la pena y, de seguro, contra cualquiera que juegue Brasil, siempre le iremos al contrario. José Ángel Quintero Weir.

martes, 18 de marzo de 2014

Palabra de Emergencia A los Pueblos del Mundo Al Pueblo de Venezuela El pueblo Wayuu se cansó de violaciones: Alto al Ejército Bolivariano en nuestro Territorio Nacimos libres y preferimos morir como hombres y mujeres libres. • Hace más de 500 años los pueblos originarios en todo el continente de Abya Yala fueron sometidos, a sangre, fuego y religión, por la imposición colonial europea. • Sin embargo, no todos fuimos doblegados por las armas, pues, hoy podemos decir con orgullo wayuu por delante que: Nosotros nunca fuimos vencidos en batalla por esos conquistadores; por el contrario, nos convertimos en pastores luego de hacernos de los ka’aula (cabras), pülikü (burros), ammá (caballos) y a’paa (vacas) que los europeos trajeron. • Por si los criollos no lo saben, porque no lo aprenden en las escuelas, esta región de Suulia, según la administración del imperio español, no pertenecía a la llamada Capitanía General de Venezuela sino al Virreinato de la Nueva Granada, bajo la administración de la Gobernación de Santa Marta. • En ese tiempo, dos fueron los Gobernadores que los wayuu liquidaron cuando pretendieron imponer su poder en nuestras tierras, motivo por el cual, el imperio español entregó estas tierras a los banqueros alemanes Welser de Augsburgo en pago de deudas. • En los tiempos de la Dictadura Gomecista, un Comandante del Ejército venezolano a quien los wayuu apodaron Kayushikai (El Caimán), quiso imponer su fuerza matando a los wayuu y aterrorizando a nuestro pueblo. Todos los clanes nos unimos y le hicimos la guerra matando al Kayushi y obligando al Estado venezolano a respetar el territorio wayuu. Esta historia fue escrita por uno de los hijos de Sinamaica, el desaparecido profesor Maguello Quintero, y, quien quiera aprenderla puede leerla completica en las páginas de su novela Aciamanis (Sinamaica al revés). • Es decir, nosotros nunca olvidamos, ni olvidaremos nunca que los wayuu hemos defendido a muerte nuestras tierras desde siempre y no vamos a dejar de hacerlo. • Hoy, ante la crisis económica generada por el mal gobierno que, entre otras cosas ha provocado un cada vez mayor desabastecimiento de alimentos, especialmente, en los estados fronterizos como el nuestro; una devaluación de la moneda nacional al punto de que lo que nunca habíamos vivido ahora lo vivimos y lo padecemos. Nos referimos a que nunca antes un (1) peso colombiano llegara a valer, como hoy vale, 25 bolívares venezolanos. Nunca fue así sino al contrario. • Finalmente, desde los tiempos del terrible dictador Juan Vicente Gómez nunca antes habíamos tenido que confrontar a una fuerza militar que actuara con tal violencia y violación de nuestros derechos como ciudadanos y como verdaderos originarios en nuestro territorio. Por eso, hoy se contabilizan cerca de 28 asesinados, muchos de ellos no reportados por el terror que infunde el Gobierno y sus fuerzas militares; otros, porque sus familiares dependen de empleos en la Alcaldía de La Guajira, y, los sustentados y denunciados nunca han recibido respuesta de los organismos públicos que, supuestamente, están para eso; por el contrario, vemos a la Defensora del Pueblo tratar de justificar lo injustificable: la tortura, la muerte. • Por todos los criollos es sabido que el pueblo wayuu fue capaz de generar sus propios mecanismos de distribución de alimentos, sus propias formas de comunicación entre los wayuu que habitan en la ciudad de Marakaaya y sus abuelos que permanecen resguardando sus territorios ancestrales en Wopumüin, Jalaala y Wüinpümüin (Baja, Media y Alta Guajira). Nunca necesitamos que ningún militar, por muy comandante que fuera; ningún comandante por muy Gobernador fuera, nos trajera nuestros alimentos y ponernos a depender de ello, pues, siempre hemos sido autónomos, siempre hemos sido libres. • Hemos sido respetuosos del reordenamiento territorial que los alíjunas hicieron desde su control de la república de Venezuela. Nunca fuimos consultados para ello; sin embargo, desde nuestra idea de justicia restitutiva y no punitiva, hemos tratado de mantener acuerdos tanto con el Estado-gobierno de Venezuela como con el Estado-gobierno de Colombia. • Hemos buscado instalarnos en sus procesos y formas políticas a través de miembros de nuestra etnia que, sólo por el impulso de todo el pueblo wayuu, han llegado a ocupar importantes posiciones como Ministros, Presidentes o Vice-presidentes del parlamento venezolano pero que, tanto los wayuu que apoyamos como el Estado-gobierno mal entendieron como nuestra entrega a sus desmanes. • Así, los wayuu que apoyamos para que nos representaran han terminado por creer que les apoyamos para que ellos y sus familias se enriquecieran en conchupancia con los alíjunas del Ejército y la Guardia Nacional exactamente, de lo que acusan a todo el pueblo wayuu, es decir: por “contrabandistas”, “bachaqueros”, “apátridas”, etc., y el mal gobierno nos muestra ante el mundo como vitrina del mal sin que aquellos, esos wayuu que nos han traicionado, digan nada en nuestra defensa. • Esto, lamentablemente, debemos señalar, forma parte del proceso de sometimiento de nuestro pueblo y de sus protagonistas, y, sobre todo, de su conversión en traidores a la causa de la paz y el entendimiento que desde su eirükü su corazón les dicta. Por todo eso, podemos concluir que, si algún gobierno ha atentado en contra del corazón de las comunidades y su cultura, ha sido este de Chávez y sus herederos, pues, logró secuestrar nuestro espíritu, encerrarlo en la prisión de las promesas que sabía no iba a cumplir, pero que le propiciaba el tiempo necesario para liquidarnos en la medida de que, ciertamente, somos los más minoritarios y los más pobres entre todos los minoritarios y todos los pobres de este país que ellos llaman Venezuela. • Al yukpa Sabino Romero, a quien siempre respetamos por su decisión de luchar por los territorios de su pueblo, y que lo respetamos precisamente por eso. Sin embargo, Sabino fue asesinado con la certeza del gobierno de que eso iba a ocurrir; vale decir, el mal gobierno sabía que a Sabino lo iban a matar, nada hizo, y, lo mataron. • Hoy, a nosotros los wayuu, nos matan de frente, tal como sucedió con nuestro hermano Nelson González, asesinado abiertamente por el Ejército bolivariano con sus fusiles rusos comprados con dineros que favorecen al enriquecimiento de la mafia militar y a los “perros de la guerra”, al tiempo que nuestra gente muere de mengua en nuestros hospitales. • En fin, lo que le hicieron a Sabino, ahora nos lo quieren hacer a nosotros; pero nosotros no somos Yukpa: WAYUU WAYAKANA, EEKIWAYUUKANA; Nosotros somos wayuu, nosotros somos nuestra propia cabeza, nuestros propios jefes, pues, WAYUU WAYA CHEKÜKÜSÜ WERAJIRAI WAKUAIPA, “todos los wayuu estamos unidos y dispuestos a defender lo que somos”… • Desde ese principio hemos venido luchando en contra de las políticas del “mal gobierno” que intentan condenarnos al sometimiento y al terror de sus fuerzas militares que nos matan y luego nos traen bolsas de comida que, además, les tenemos que pagar. • Por eso, llamamos a los venezolanos, a los zulianos y al mundo entero, a apoyar nuestra lucha, pues, no sólo estamos defendiendo nuestro territorio en contra de los eternos invasores extranjeros (lo que siempre hemos hecho), sino que intentamos proponerles una forma de organizarnos para vivir comunariamente, es decir, desde el respeto y la inclusión, sin extractivismo, sin destrucción de la tierra y, por el contrario, teniéndola como nuestra madre aliada fundamental para la vida futura de todas nuestra generaciones. • Por eso les invitamos a acompañarnos a gritar: o ¡Ya Basta! o No más violaciones a los Derechos Humanos del Pueblo Wayuu! o Fuera el Ejército Bolivariano del Territorio Wayuu! o Somos wayuu, somos indios, ¡Déjennos en paz! Esta es palabra de: Asociación de Consejos Estudiantiles Indígenas de LUZ (ACEINLUZ) Organización Intercultural para la Educación Autónoma Wainjirawa Solicitamos tu apoyo. Suma tu firma. Si no lo haces, pues, no te preocupes, estamos muy lejos y, peleando. Firmas de Respaldo: Alfredo Velarde. Profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Militante del movimiento social zapatista, y, sobre todo, hermanado en nuestra lucha. Carlos Walter Porto-Gonçalves. Profesor de la Universidad Federal Fluminense. Río de Janeiro. Brasil. Raúl Zibechi. Uruguay Rogério Haesbaert. Universidad Federal Fluminense Niterói - Rio de Janeiro – Brasil. Hugo Blanco. Director del Periódico Lucha Indígena. Perú.

lunes, 10 de marzo de 2014

La democracia panóptica

martes, 4 de febrero de 2014


Revista Vistazo 
Edición # 1113 Enero 16-2014
www.vistazo.com

La democracia panóptica 

Santiago Roldós

De los Chicago Boys a la FLACSO y de Pinochet a Correa: Pablo Dávalos desmonta a la actual clase gobernante de Latinoamérica, encargada de afianzar al capitalismo posneoliberal.
La democracia panóptica
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La fecha oficial de esta edición de “La democracia disciplinaria” data de 2011, pero su vigencia lo hace de lectura obligada para quien quiera problematizar el complejo y contradictorio momento de esta América Latina repleta de gobiernos izquierdistas que, desde su elección democrática, han devenido en diversas formas de totalitarismos que, “moviéndolo todo para que siga todo igual”, han mantenido en la sombra a los grandes capitales y han agudizado las prácticas más centrales del neoliberalismo sumisión del individuo y la naturaleza a la productividad.

“Un trabajo imprescindible en un período particularmente oscuro” (Raúl Zibechi, editor). Pero no es un libro de coyuntura: es un desmontaje de la forja y las transformaciones del neoliberalismo, desde su insurgencia teórica a fines de la II GuerraMundial, pasando por su implementación práctica a partir del modelo monopólico de capitalismo de Estado de EEUU y su entrada en América Latina de la mano de las dictaduras militares y el terrorismo de Estado. Y, a partir de ahí, recuperando el concepto de “democracia restringida” de Agustín Cueva, pregunta y responde cómo fue posible que durante más de 20 años la agenda neoliberal dominara no sólo las políticas económicas de nuestra región, sino que se hiciera carne y sangre, tanto en las instituciones de ese Estado al que decía despreciar (pero que fue su punta de lanza), como en las formas de no pensar y sentir de la mayoría de la población.
 

La Democracia Disciplinaria. El proyecto posneoliberal
para América Latina, de Pablo Dávalos.
Bogotá - 2011. 335 páginas.
 

Es lo que, a partir de autores de muy diversas disciplinas, Dávalos enuncia como “biopolítica”, “tanatopolítica” y “geopolítica”, en un texto que, pese a su complejidad, rechaza ser “académico”, primero porque la academia, lejos de querer explicar la realidad, se somete a los intereses del poder y sus discursos, y segundo porque es un libro militante, hecho para erosionar el control de una nueva élite que, presentándose como parricida del sistema del mundo que engendró al Banco Mundial y al FMI, es en realidad su hija predilecta y aventajada.

Es falsa la dicotomía Estado-democracia liberal, o control-libre empresa: ambos han sido y son los brazos del mismo cuerpo que, primero con sables, luego con restricciones y finalmente con discursos (marketing e iconografía del poder de la sociedad del espectáculo) han controlado las tensiones de la lucha de clases, hasta el punto de convertir a los dominados, mediante el circo de las elecciones y el pan del consumo, en cómplices de su propia dominación. Una democracia panóptica que, ante la disidencia, asume su faz violenta de democracia disciplinadora: si estás en contra eres enfermo, tonto o terrorista.


No alcanza este breve espacio para dar cuenta de la vastedad de esta magna obra. Habrá quien critique su marxismo. Pero, como en otros momentos de la historia, ese clasicismo, en este caso, es una muy recomendable bocanada de oxígeno a nuestras neuronas.

http://www.vistazo.com/impresa/entretiempo/?id=6650

domingo, 9 de marzo de 2014

El verdadero legado de Chávez a la lucha Indígena:

Crónica del desmantelamiento de la organización indígena y su lucha territorial.
Juan Carlos La Rosa
La Guarura.net

A propósito de la conmemoración del Primer Aniversario del asesinato del líder yukpa Sabino Romero, el compañero Juan Carlos La Rosa ha escrito esta que, a nuestro parecer, es una excelente crónica de los hechos que, no sólo registra el caso de Sabino y la lucha yukpa hasta su asesinato, sino que es la crónica del asesinato de la lucha territorial indígena de toda Venezuela, desde la palabra de la “izquierda” y “anti-imperialista” que todos los que así se definen (como de “izquierda”) han justificado, silenciado y, por eso mismo, aprobado. Pero algo de esperanza nos queda, algo de esperanza nos impulsa y, por eso, insistimos e insistiremos. Este texto es parte de nuestra insistente rebeldía.    


1.     Censura absoluta y persecución de los cabos sueltos en el aparato comunicacional del Estado para la lucha de los indígenas por los territorios. Cierre de programas incómodos en VIVE-TV. Sustitución y despido de productores que se solidarizaran con los indígenas.
2.     Ofensiva comunicacional en respaldo a un plan (Plan Perijá) de control territorial y desmantelamiento de las resistencias, con un sub-plan para destruir el autogobierno de las comunidades y comprar a los principales dirigentes indígenas yukpa llamado “Plan Yukpa”.
3.     Esta política comunicacional consistió en fortalecer abiertamente, en la zona de Perijá, expuesto incluso por boca de la vocería de Ministros como Nicia Maldonado y Tarek El Aisami, la criminalización de Sabino y los suyos, aprovechándose de un sustrato cultural racista en la región construido en cien años de despojo de las tierras por las empresas mineras y la clase ganadera con el apoyo, enfatizamos, ininterrumpido, incluso ahora, por el Estado-Gobierno. Los calificativos eran sencillos: cuatreros, invasores de tierra, asesinos, violadores de niños y mujeres, ladrones, salvajes, brutos. La evidencia de la colaboración del gobierno en esta matriz se prueba no sólo en las declaraciones de los ministros en la región, ya que se cuidaron de dar declaraciones nacionales, sino en la actuación y vocería de los mandos militares en la zona, del poder judicial y la fiscalía, y en la omisión cobarde de la defensoría del pueblo y el llamado poder ciudadano en su conjunto. Esta criminalización perseguía el camino fácil de la eliminación de los dirigentes yukpa rebeldes por obra del terror de la clase ganadera para que el gobierno, principal beneficiario de estas muertes a favor de las inversiones mineras en Perijá pudiera lavarse las manos.
4.     Esta criminalización contó con un ingrediente que confirma la unidad de acción del Estado, el silencio del propio Presidente de la República, supuesto adalid de los pueblos originarios en el continente, nunca, al igual que su sucesor, mencionó a Sabino Romero, y cuando se vio obligado a hablar del asunto de las tierras indígenas en Perijá, por vía de la presión de la protesta y de los esfuerzos de visibilización de la lucha que el movimiento social hizo a nivel nacional e internacional, encargó nuevamente a los mismos verdugos en una transmisión televisiva que aún es el consuelo de los eco-socialistas y de la clase media chavista mejor intencionada.
5.     No sólo Chávez nunca mencionó a Sabino, siendo imposible, técnicamente, que alguien piense que no supo de él; sino que el gobierno trabajó sistemáticamente a partir de la aplicación del Plan Yukpa, para crear un paralelo comunicacional, mediático al liderazgo de los yukpas rebeldes que aún se sostenían, con los llamados caciques mayores nombrados a dedo y pagados por el Ministerio de Relaciones Interiores, colmados de camiones, limosnas y créditos sin estudio alguno, creó un vocería colectiva paralela que repetía -ahora si- por los canales televisivos nacionales del Estado, la criminalización de Sabino, los suyos y sus aliados más visibles en el movimiento social.
6.     Esta criminalización, que terminó en la muerte de Sabino, generó un enfrentamiento provocado e inducido por altos funcionarios del Ministerio de Relaciones Interiores entre los mismos yukpas, lo que facilitó la reclusión de Sabino y de Alexander Hernández, uno de sus compañeros, en la cárcel, en un procedimiento que incluyó negligencia y cerco militar para que estos detenidos heridos se deterioraran, violación procesal en la detención de Sabino, torturas a los testigos para buscar declaraciones falsas, decisión ordenada de juicio por parte de las primeras instancias del proceso evidenciada en la insuficiencia de pruebas y en la violación de la jurisdicción especial indígena ordenada por la Constitución y las leyes.
7.     Preso Sabino, el terror, la compra y desmantelamiento de sus alianzas internas se aceleraron. En el juicio llegaron a declarar hasta familiares de aliados de Sabino en contra de Sabino, aunque dos años después, desmintieran lo declarado, retractándose en uno de los últimos actos de autonomía yukpa: el juicio indígena a Sabino , Alexander y Olegario en el Tokuko, último bastión para entonces de la Auto-demarcación y gobierno ancestral en los territorios yukpa.
8.     Este juicio fue una pequeña victoria debido a la irrupción de la opinión pública que la agitación en solidaridad a Sabino que en Maracaibo, Trujillo, Mérida, Barquisimeto y Caracas se sostenía con incursiones forzadas y peleadas en la opinión pública del poder, y, a la acción directa que constituyó la huelga de hambre que hizo el religioso indigenista José María Korta, lamentablemente, negociada a espaldas de los indígenas y del movimiento popular por Numan Molina y otros agentes de la Compañía de Jesús en Venezuela. Pequeña victoria porque el Plan yukpa ya había quebrado a dirigentes fundamentales del pueblo yukpa y había consolidado los llamados “centros pilotos”, especie de campos de reservación indígenas pero sin título alguno, administrados por el gobierno en sustitución de las autoridades originarias. Nadie ya hablaba de auto-demarcación, excepto Sabino y unos pocos atancha (ancianos).
9.     Sólo faltaba matarlo, y, había que matarlo. El encargo de ejecutarlo ya tenía varios años en el mercado de la muerte que reina en la frontera colombo venezolana. Sin embargo, sus autores, al menos los que están detenidos y sometidos a juicio, terminaron siendo funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado en la región (GNB y Policía Municipal), se supone que pagados, según la opinión pública del poder, por los ganaderos, eso es probable, los ganaderos tienen 100 años matando indígenas allí con la complicidad de los cuerpos de seguridad del Estado.
10.  A su muerte, el gobernador del Estado Zulia, chavista de oportunidad y conocido agente de la explotación minera en la Sierra de Perijá, y amigo de los ganaderos, menciona a Sabino e intenta reivindicarlo desde la opinión pública chavista como un símbolo del chavismo indígena. Quiere hacer una Plaza Sabino Romero en el sitio donde los yukpa piden limosna en Maracaibo y, usualmente, reparte limosnas y regalos entre los familiares de Sabino.
11.  Lamentable para nosotros es ver a activistas que acompañaron a Sabino en su proceso y lucha, reivindicar un acuerdo de última hora, hecho por ellos, sin Sabino y sin los yukpas, para ahora sí hacer valer los derechos del pueblo yukpa. Unos, creemos sinceramente que intentan preservar la vida de los familiares sobrevivientes pero con un discurso entreguista y prepotente, sustituto, como siempre, de la voz propia de los yukpas, que a todas luces configura una entrega final que no reconoce las equivocaciones ni permite debate. Es así como devinieron en intermediarios inesperados de la política social del gobierno.

https://fbexternal-a.akamaihd.net/safe_image.php?d=AQASOXmzw7dTWo34&w=398&h=208&url=http%3A%2F%2Flaguarura.net%2Fwp-content%2Fuploads%2F2014%2F03%2Fsabino-2.jpeg&cfs=1

Hasta aquí llegan las palabras de Juan Carlos La Rosa, y hasta aquí las publicamos.

El bien sabe que se quedó corto, que no dijo nombres ni apellidos de los actuales negociadores de la vida de los pueblos indígenas. Sin embargo, aunque incompleta, es una cronología verdadera; por eso, la saludamos y difundimos. 

sábado, 8 de marzo de 2014

¿Dónde queda el fascismo?




¿Dónde está el fascismo?

La Defensora del Pueblo, mejor dicho, del Estado-Gobierno, ha declarado por Radio y Televisión, nada menos que esto:


"Si se aprehenden 15 jóvenes y una persona es golpeada o maltratada, la tortura tiene un sentido, se emplea para obtener una confesión, se le inflige sufrimiento físico para obtener una confesión y tenemos que diferenciarlo de un trato excesivo o uso desproporcionado de la fuerza"

* Declaración ante los eventos de Febrero-Marzo 2014

Ahora más que nunca: Autonomía, Autogestión, Acción Directa y Solidaridad



Colectivo Editor de El Libertario e Individualidades Anarquistas

No había que ser un genio para pronosticar que la calamitosa situación económico-social venezolana, heredada tras 14 años de gobierno de Hugo Chávez y agravada en poco más de un año con Nicolás Maduro, estaba generando una presión conflictiva presta a estallar, especialmente cuando cesaron los desbocados incrementos del ingreso a cuenta del “oro negro” que sostuvieron hasta 3 o 4 años atrás la fantasía de un “socialismo petrolero”. Los recursos que entran siguen siendo muy abundantes, pero el despilfarro, la incapacidad, la corrupción y la voracidad de quienes gobiernan son aún mayores. Entre narcogenerales y otros rapaces con uniforme, altos burócratas que cubren todos los grados de la avidez a la nulidad, boliburgueses, bolichicos y demás beneficiarios de las bondades de CADIVI, la gruesa tajada de la castroburguesía, del Estado cubano y sus asesores cubanos prestos a trampear, o los agentes de esas transnacionales que tan lucrativos réditos han obtenido en sus tratos con la “revolución bolivariana”, la olla debía reventar más temprano que tarde, con la población presenciando ese show desvergonzado en el poder y padeciendo a la vez lo peor en inseguridad, desabastecimiento, crisis de servicios públicos y la inflación más alta del mundo.

Solo el descaro obsceno de la propaganda oficial, más la ceguera – tarifada y/o cuasirreligiosa – de alguna izquierda autoritaria siempre presta de postrarse ante el Amado Líder de moda, han podido ver en ese cuadro que se ha agravado a ojos vistas el resultado de maquinaciones de cierto imperialismo que les cae mal (otros se presentan como “amigos”). Según este cuento absurdo, de 1999 hasta hoy, la economía venezolana ha sido manejada dentro de una brillante estrategia de construcción del socialismo, atención prioritaria e inmediata a las necesidades de los desposeídos, pulcritud en el manejo de fondos, y participación social masiva, activa y vigilante gracias a los órganos del “poder popular” y la “contraloría social”; siendo así, de haber algo que transitoriamente ande mal es por algún complot golpista de los yanquis y sus lacayos locales, pues en lo esencial las cosas nunca han ido mejor y el futuro por ese camino es absolutamente promisorio.

Pero desde febrero y con toda rudeza, la calle dice otra cosa porque la verdad del cuento es otra. Prácticamente en todos los centros urbanos importantes (y somos un país con poco más de 85 % de población urbana) ocurrieron protestas masivas que, contrario a lo que se ha dicho sobre “alborotos solo de burgueses y pequeño burgueses”, tienen un contenido social transversal donde hay personas de todas las condiciones, ya que de no ser así ¿cómo explicar lo multitudinario y la duración del proceso? Por lo demás, si bien en lo económico (crisis del capitalismo petrolero rentista y extractivista) está la motivación estructural del estallido, hay multiplicidad de causas para que unas y otras personas hayan salido y sigan saliendo a protestar, causas ciertamente potenciadas por la incapacidad patente de un gobierno que solo le resuelve a los “enchufados”, y ahora tal vez a menos de ellos porque menguan la producción y las divisas petroleras.

Es importante insistir en cuanto a que esta insurgencia colectiva ha sido y es básicamente espontanea, pues si bien hubo algunos que se la olfatearon para sacar provecho político (como Leopoldo López y su pequeño partido o María Corina Machado), de ellos puede decirse que, si bien han logrado figuración en los acontecimientos, no dirigen a lo que se ha desatado. Incluso, es clara la ruptura en el sector que antes respondía a las líneas que venían de la oposición electoral y su Mesa de Unidad Democrática, evidenciada en hechos como la reacción de rechazo de la multitud ante Henrique Capriles y otros de esos dirigentes en distintos eventos públicos durante estas jornadas. Vemos cierta correlación entre eso y lo que ocurre en el chavismo, donde una importante base electoral que en fidelidad a Chávez votó por Maduro hace un año -compromiso que la mayoría ratificó dando el triunfo al oficialismo en las regionales de diciembre-, ahora luce indiferente ante los agitados llamamientos para que exprese visiblemente su adhesión al gobierno, de modo que los escasos actos públicos oficialistas de fechas recientes no han sido ni la sombra de lo que era corriente ante lo  que solía convocar Chávez. Tal inacción de la masa chavista (que Maduro ha pretendido romper con una histérica convocatoria para que se integre a la represión) plantea una de las interrogantes más significativas del momento actual, ya que de mantenerse o de romperse en uno u otro sentido resultaría determinante en lo que al final suceda con la actual coyuntura.

Represión desmedida ha sido la respuesta privilegiada y casi única que, hasta el momento de escribir estas líneas, ha dado el Estado venezolano. Al parecer no tenía otra, ni todavía la tiene, al menos para remplazarla como su opción principal. En primer lugar porque económicamente está embrollado en los vaivenes del capitalismo petrolero de un modo más claro que en cualquier otra coyuntura de los últimos 70 años; hay muchas menos posibilidades de ganar legitimidad y respaldo obsequiando migajas de la zanahoria rentista, así que solo queda repartir los palos de la Guardia Nacional “del Pueblo” y de los paramilitares con look cheguevariano de los “colectivos”. Ni que decir que esta vía ha traído costos inmediatos y riesgos a futuro: con los paracos “rojo-rojitos” tienen los mismos problemas que con una lata llena de gusanos, es fácil abrirla y soltarlos, la complicación viene para recogerlos y/o controlarlos. En cuanto a la GN y la impresión colectiva ante su faena de estos días, solo cabe decir que ha generado en Venezuela el florecimiento de un filón de propaganda, ánimo y conciencia antimilitarista que desde el anarquismo nos corresponderá de ahora en adelante impulsar - llevándolo más allá de la bipolaridad "el militar bueno y el malo" -, pues estamos contra la misma existencia de los aparatos castrenses como órganos de control y coerción social.

En segundo lugar, tras la experiencia de 2002, el chavismo quedó con la obsesión que el principal riesgo en cuanto a su salida del poder era por vía del golpe de Estado, por lo que preparó sus mecanismos de respuesta para ello. El énfasis en armar, entrenar y coordinar a los paramilitares viene en esa línea; también la insistencia propagandística: primero hablando del “golpe económico”, luego del “golpe en proceso”, ahora del “golpe lento”, todo lo cual tiene un desmentido ridículamente paradójico cuando, en medio de esos supuestos golpes, ese gobierno-víctima extiende las fechas libres de Carnaval y llama a su celebración. Así mismo, ese libreto tan trabajado y bien aprendido exigía presentar al eventual adversario como inequívocamente fascista y enfrentado a las mayorías populares, lo que por un lado galvanizaría el apoyo explícito al régimen por parte de amplios sectores de la colectividad, mientras por el otro ganaría apoyos importantes en lo internacional. Pero al final los hechos, su secuencia y - no menos importante - la torpe actuación de Nicolás Maduro y su comparsa, han hecho que el aspecto represivo sea el que destaque, con el consiguiente deterioro de la credibilidad política del régimen, que sigue invocando al Lobo Feroz de una asonada militar que nadie ve, huele o siente. Pasan días y semanas sin verse la menor prueba o evidencia, salvo chismes y rumores, de una acción armada e inconstitucional de envergadura destinada a desplazarlo del mando (¡pues de eso se trata un golpe de Estado!), mientras que las adjetivaciones como “fascista” y el anuncio de próximas “agresiones imperialistas” ya causan rubor vergonzante entre los maduristas más tímidos o discretos, en tanto que el resto de la gente lo toma como pretexto para nuevos chistes.

Entonces, que quede claro: no está planteado en lo inmediato un golpe de Estado que signifique una ruptura decisiva con esa élite beneficiaria del régimen que se lista en el primer párrafo, pues sería absurdo que se ajusticiaran a si mismos. Pese a todas las dificultades y la obtusa gestión del equipo gobernante, aún quedan márgenes para que dentro del capitalismo y aplicando medidas de ajuste capitalistas con las que todos los que hoy ejercen o compiten por el poder estatal están de acuerdo, los herederos del chavismo – con o sin Maduro – podrían recuperar la gobernabilidad plena. Puede que la perorata de “socialismo”, “poder comunal” y “poder popular” siga en uso o no (es detalle menor), pero de ningún modo cabe creer que boliburgueses y “enchufados” al mando van a ir por otra ruta que no sea aquella que les conceda garantías e impunidad. Ahora, más que bajo el caudillaje de Chávez, todo apunta a que esa ruta pase por acuerdos políticos con la oposición, y en Venezuela eso significa dar acceso más amplio al maná petrolero. Ya lo hicieron con Lorenzo Mendoza y con ese sector de burgueses que en estos años se olvidó de arriesgarse con la producción, para vivir ahora de las tetas pródigas de CADIVI y la especulación cambiaria. También está el arreglo con los agentes financieros internacionales y los costosos chinos, quienes ayudarían a salir del atolladero pero imponiendo sus condiciones.

Por nuestro lado, antes de que se impongan planteamos un claro rechazo a las medidas de ajuste por venir, donde una vez más los de abajo, los de siempre, pagaremos los platos rotos, como se acostumbra sea bajo el capitalismo neoliberal o bajo este capitalismo de Estado. Seguiremos en la brega por potenciar alternativas reales de autonomía para las mayorías, esas que de algún modo se han anunciado en el vigor, entusiasmo e ingenio que de tantas maneras se han expresado en estas protestas. Parte de esa tarea ha sido acompañar los eventos, presentar públicas evidencias y denuncias de la brutalidad represiva del Estado, así como mostrar lo que esté a nuestro alcance para entender y analizar lo que han sido estos acontecimientos. Pero más importante es seguir esforzándonos para que el mayor número de personas, en todos los ámbitos donde tengamos presencia e incidencia, comience en conjunto a concebir y construir soluciones a los problemas que les afecten, que vengan de ellas y no de dirigentes para quienes su máxima prioridad es el beneficio propio y de sus compinches cercanos. ¡AUTONOMÍA, AUTOGESTIÓN, ACCIÓN DIRECTA Y SOLIDARIDAD!

Venezuela, 6 de marzo de 2014

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